Los comienzos de la industria automotriz en Corea del Sur se dieron hace mucho tiempo, en la década de 1950. En aquella época surgieron vehículos de pequeña escala, como el Sibal.
Posteriormente, ya en los años sesenta, el gobierno surcoreano impulsó la Ley de Fomento de la Industria del Automóvil, la cual otorgaba incentivos fiscales y otras ventajas a las empresas que comenzaban a invertir en la fabricación de carros surcoreanos.
Entonces, al atraer inversionistas extranjeros, estaba muy cerca el inicio de la producción de autos a gran escala en el país asiático.
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Para la década de 1970, Hyundai Motor Company, uno de los fabricantes que hoy en día es líder, comenzó a producir automóviles en 1975 en asociación con la empresa estadounidense Ford.
Hyundai Pony: El primer auto de Corea del Sur, antes de Kia
El lanzamiento del Hyundai Pony fue algo muy importante para la industria automotriz de Corea del Sur, ya que Hyundai se convirtió en el primer fabricante de autos surcoreanos.
El Hyundai Pony se comenzó a desarrollar en los años setenta con el objetivo de crear un coche asequible para el mercado nacional y la exportación.
En 1975 se hizo el lanzamiento oficial de este, el primer auto de Corea del Sur. El diseño de la unidad estuvo a cargo del italiano Giorgetto Giugiaro y era posible adquirirlo en tres versiones diferentes: sedán, hatchback y familiar.
La exportación del Pony, como también se le conoce a este vehículo, fue en grandes cantidades, por lo que Hyundai comenzó a ganar experiencia en la fabricación y en mejorar la calidad de sus productos, debido a que este auto surcoreano principalmente llegó a países de Europa y América del Norte.
Características del Hyundai Pony
El Hyundai Pony tuvo varias generaciones, pero lo característico de este automóvil es que sus motores variaban en cilindrada y potencia, dependiendo de las distintas generaciones de la unidad.
Además, generalmente tenía transmisiones manuales de 4 o 5 velocidades, aunque también hubo versiones que eran de transmisiones automáticas.
En cuanto a las dimensiones, era un auto compacto con espacio para varios pasajeros y tenía un maletero. Por dentro era sencillo pero funcional, con unos asientos cómodos.
Dicha comodidad, también estaba presente en la maniobrabilidad que tenía en carretera, en gran parte gracias a su suspensión que brindaba un gran equilibrio.
En seguridad, este vehículo surcoreano todavía no era nada avanzado, como lo pueden ser hoy en día algunos modelos de Hyundai. Sin embargo, fue un hito que se le recuerda y que inició la historia de los autos en Corea del Sur.