La movilidad eléctrica se perfila como una solución estratégica para reducir emisiones contaminantes, mejorar la calidad del aire y avanzar hacia un modelo de desarrollo más sustentable; de acuerdo al EMA, en México, aunque el interés por esta tecnología crece, todavía existen barreras importantes que frenan su adopción masiva.
Electromovilidad en México: Los retos clave para impulsar los autos eléctricos en el país
Uno de los puntos más urgentes es fortalecer la legislación en torno a los vehículos eléctricos (VE), si bien ya existen normativas técnicas, el país necesita un marco legal más amplio y coherente a nivel nacional; es indispensable establecer reglas claras para la instalación de cargadores en desarrollos nuevos, impulsar la compatibilidad entre distintos sistemas de carga y ofrecer estímulos fiscales que hagan más accesible el uso de autos eléctricos.
Otro reto central es ampliar la red de carga tanto en espacios públicos como privados, la limitada cantidad de estaciones disponibles sigue siendo uno de los mayores obstáculos para los conductores; instalar cargadores rápidos en rutas clave, zonas urbanas con alto tráfico y centros de trabajo, además de promover tecnologías de carga inteligente, podría marcar una gran diferencia.
Impulsar la producción local también es vital; apostar por el ensamblaje de VE y la fabricación de componentes en México no solo generaría empleos bien remunerados, sino que también reduciría costos logísticos y fortalecería la cadena de suministro nacional. Programas de apoyo a la innovación y la inversión en plantas especializadas serían fundamentales.
En paralelo, es necesario formar talento capacitado, la transición eléctrica requiere personal técnico en mantenimiento, instalación y desarrollo de software, así como ingenieros especializados, universidades y centros de formación deben actualizar sus programas para responder a esta nueva demanda.
Finalmente, integrar la electromovilidad con fuentes de energía renovable es clave para que el cambio sea verdaderamente ecológico; estaciones de carga alimentadas con paneles solares, tarifas dinámicas y una red eléctrica más limpia son pasos esenciales.
México está en una posición estratégica para liderar la movilidad eléctrica en América Latina, pero para lograrlo, hace falta una visión de largo plazo, trabajo conjunto entre sectores y decisiones firmes que impulsen un ecosistema eléctrico sólido, funcional y sostenible.
