Max Verstappen ha tenido un 2023 de auténtico ensueño, amarrando el campeonato mundial de pilotos de F1 desde el Gran Premio de Qatar, y ayudando a Red Bull en el objetivo de conquistar el título de constructores desde el Gran Premio de Japón. En este paso triunfal prácticamente ha arrasado con todo, al ganar 17 de las 20 carreras disputadas, así como la nada despreciable cantidad de 19 podios, 11 pole positions y ocho puntos de vueltas rápidas.
Ante todo lo anterior uno podría pensar que Mad Max está satisfecho y se dedicará a sobrellevar la Fórmula 1 durante las dos últimas competencias de la temporada, sin embargo, esto último va contra su hambre de triunfo, y ya se prepara para encarar este fin de semana el Gran Premio de Las Vegas, donde todo será nuevo para los pilotos y las escuderías, pues cabe recordar que la máxima categoría del automovilismo no corre en la ciudad de Nevada desde 1982, con el antiguo Gran Premio de Caesars Palace.
El neerlandés consideró que este gran premio tiene un valor mucho más comercial y de show que deportivo, pues el 'Gran Circo' preparó todo para que fuera un producto deslumbrante en sí y no una gran carrera.
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"Estamos allí más para el espectáculo que para la carrera en sí, mirando el diseño del circuito”: Max Verstappen.
Fiel a su estilo directo y sincero, Verstappen aseguró que el GP de Las Vegas no es algo que le llame mucho la atención, y estará presente en la competencia en la Unión Americana más por una mera obligación laboral que porque lo disfrute a nivel competitivo.
"En realidad no estoy muy interesado en eso, sino más bien: 'Iré allí, haré lo mío y me iré'”.
Cabe mencionar que durante las actividades de las prácticas libres, sesión de clasificación y carrera, la F1 vivirá uno de sus fines de semana más fríos de la historia, pues el pronóstico del clima es de 10 grados centígrados, ya que las competencias se llevarán a cabo en la noche, en una ciudad que está ubicada en un desierto.
Max Verstappen, en contra de muchas políticas de Fórmula 1
Antes de las polémicas declaraciones, el conductor de Red Bull ya se había manifestado en contra de varias decisiones que ha tomado el serial en los últimos años, particularmente desde el 2017, cuando la empresa estadounidense Liberty Media tomó propiedad de la Fórmula 1.
Verstappen ha criticado particularmente la iniciativa de las carreras sprint, pues considera que el formato tradicional no había presentado ningún inconveniente. Por su parte, también ha asegurado que el excesivo marketing al que está obligado a participar en los fines de semana de carreras le quita mucho tiempo para poder practicar de cara a las competencias.