El punto ciego es una zona alrededor del vehículo que no puede ser vista directamente por el conductor a través de los espejos retrovisores. Estos espacios invisibles representan un riesgo constante, ya que pueden ocultar a otros vehículos, motociclistas, ciclistas o peatones, especialmente durante maniobras como cambiar de carril o incorporarse a una vía rápida.
Los puntos ciegos varían dependiendo del tipo de auto, el diseño de sus espejos y la posición del conductor. Por ejemplo, en autos compactos, estos suelen ser menores, mientras que en camionetas o vehículos SUV, las áreas invisibles son más grandes y requieren mayor atención. Además, los pilares del coche (particularmente el pilar “A” y el “C”) también pueden generar zonas muertas en la visibilidad.
De acuerdo con el Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras (IIHS, por sus siglas en inglés), no revisar adecuadamente los puntos ciegos es una de las causas más comunes de choques laterales o colisiones al cambiar de carril. El conductor puede pensar que la vía está libre al mirar los espejos, pero un vehículo puede estar justo en esa zona no visible, provocando un accidente con consecuencias graves, especialmente a alta velocidad o en tráfico denso.
¿Cómo evitar accidentes relacionados con el punto ciego?
Para minimizar el punto ciego, según AutoBild México, los espejos laterales deben ajustarse de manera que apenas se vea el borde del propio auto. Esto amplía el campo de visión hacia los costados.
A su vez, el espejo retrovisor debe mostrar la mayor parte posible del panorama trasero. Aunque los espejos estén bien colocados, antes de cambiar de carril o girar, gira la cabeza ligeramente para verificar que no haya vehículos en el punto ciego.
Del mismo modo, evita permanecer en el punto ciego de otros conductores, si tú no puedes ver a otro auto, probablemente ellos tampoco te vean. Por último, para evitar accidentes intenta rebasar con rapidez y sin quedarte por mucho tiempo en esos espacios.
