Al comprar un auto usado, uno de los aspectos más importantes que se deben considerar es el kilometraje real. Este dato representa la cantidad total de kilómetros que ha recorrido el coche desde su fabricación, y puede ofrecer una idea clara sobre su desgaste, estado mecánico y valor en el mercado.
De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), el kilometraje real se registra en el odómetro, un dispositivo ubicado en el tablero del vehículo. Sin embargo, no siempre es confiable, ya que algunos vendedores deshonestos manipulan este marcador para simular un menor uso del auto y aumentar su valor. A esta práctica se le conoce como “reversar el odómetro” o “bajar el kilometraje”, y aunque es ilegal en muchos países, sigue ocurriendo en el mercado informal.
La importancia del kilometraje real radica en que es un indicador directo del desgaste del motor, la suspensión, los frenos, la dirección y otros componentes clave del vehículo. Por ejemplo, un auto que ha recorrido 150,000 kilómetros requerirá más mantenimiento preventivo y posibles reparaciones que uno con 50,000. Además, esta cifra influye en el valor de reventa, el consumo de combustible y el rendimiento general.
¿Cómo conocer el kilometraje real de un auto?
Para verificar el kilometraje real, se recomienda consultar el historial del auto mediante servicios especializados, revisar el libro de mantenimiento, inspeccionar el desgaste interior (volante, pedales, asientos) y acudir a un mecánico de confianza. Esto puede ayudarte a evitar fraudes y elegir una opción más segura y confiable al comprar un coche usado.
Un kilometraje adecuado varía dependiendo del uso y la edad del vehículo. En promedio, se considera normal que un auto recorra entre 15,000 y 20,000 kilómetros por año. Si encuentras un carro de 10 años con solo 30,000 kilómetros, es recomendable verificar si esa cantidad es auténtica, pues podría tratarse de una unidad que ha estado mucho tiempo sin uso, o peor, de un caso de manipulación.
