Rotar las llantas del auto es una práctica de mantenimiento preventivo que consiste en cambiar las ruedas de posición de forma estratégica. Esto se hace con el objetivo de lograr un desgaste más uniforme en todos los neumáticos y así prolongar su vida útil. Aunque puede parecer una tarea menor, esta acción tiene un impacto significativo tanto en la seguridad del vehículo como en el ahorro económico a largo plazo.
Cada llanta del auto soporta una carga diferente y se desgasta de manera distinta según su posición. Por ejemplo, en carros con tracción delantera, las ruedas delanteras se desgastan más rápido porque además de soportar el peso del motor, son las que dirigen el vehículo y reciben más fricción al frenar. Si no se rotan, este desgaste desigual puede reducir el rendimiento, afectar la estabilidad del auto y obligar a comprar nuevas con mayor frecuencia.
De acuerdo con Michelin, la rotación permite que cada llanta pase por todas las posiciones del vehículo (delantera izquierda, trasera derecha, etc.), logrando un desgaste más parejo. Esto mejora la tracción, el rendimiento del frenado y el confort al conducir. Además, evita que uno o dos neumáticos se deterioren antes de tiempo, lo que reduce el riesgo de fallas repentinas o pérdida de control del vehículo.
¿Cada cuándo se deben rotar las llantas?
La frecuencia recomendada para rotar las llantas varía según el fabricante, pero por lo general se sugiere hacerlo cada 8,000 a 10,000 kilómetros o cada seis meses, lo que ocurra primero. También se recomienda realizar la rotación si se detecta un desgaste irregular o si se han realizado reparaciones importantes en el sistema de suspensión o dirección.
Además de mejorar la durabilidad, rotar las llantas de manera periódica ayuda a conservar la garantía ofrecida por muchos fabricantes, quienes requieren pruebas de mantenimiento adecuado para hacer válida cualquier reclamación por defectos. Según Bridgestone, también puede mejorar la eficiencia del combustible, ya que los neumáticos con desgaste desigual generan mayor resistencia al rodaje.
Rotar las llantas no es un lujo, sino una necesidad que mejora el desempeño, la seguridad y la economía del conductor. Incluir este hábito dentro del mantenimiento regular del vehículo permite aprovechar al máximo la inversión en neumáticos y mantener el auto en óptimas condiciones de manejo.
