Cuando un automovilista contrata un seguro de auto en México, uno de los términos más importantes que debe conocer es el deducible. Este concepto es clave para entender cuánto dinero tendrá que aportar el asegurado en caso de un siniestro, especialmente en choques o daños materiales.
De acuerdo con BBVA, el deducible se define como la cantidad de dinero que el asegurado debe pagar de su propio bolsillo antes de que la aseguradora cubra el resto de los gastos derivados del accidente. Generalmente, este monto se establece como un porcentaje del valor comercial del vehículo o como un porcentaje de la pérdida en el siniestro.
Su objetivo es compartir el riesgo entre el asegurado y la aseguradora, además de desalentar reclamos por daños menores que no ameritan acudir al seguro. Solo se activan las coberturas cuando los daños superan el monto del deducible.
¿Cuándo sí y cuándo aplica el deducible?
En el caso de choques, el deducible se aplica a la cobertura de daños materiales. Por ejemplo, si un conductor tiene un deducible del 5 % y el valor de su auto es de 300,000 pesos, deberá pagar 15,000 pesos, y la aseguradora cubrirá el resto.
Mientras que, en situaciones como robo total del vehículo, también se exige deducible; este suele ser un porcentaje diferente al de daños materiales, por ejemplo, entre el 5 % y 10 % del valor asegurado.
Cabe destacar que en algunos casos no se aplica deducible, como sucede con la cobertura de responsabilidad civil (daños a terceros) o en coberturas específicas como gastos médicos a ocupantes, donde la aseguradora actúa directamente.
Para los conductores, conocer cómo funciona el deducible es fundamental al elegir una póliza. Uno más bajo significa mayor cobertura por parte de la aseguradora, pero una prima más alta. En cambio, un deducible más alto reduce la prima anual, aunque implica asumir una mayor parte de los costos en caso de choque.
