En los últimos meses, el nombre Omoda ha comenzado a resonar en el mundo automotriz mexicano. Anteriormente conocido como Chirey, esta marca china ha emergido como un competidor independiente en el mercado, desafiando las percepciones comunes sobre los autos provenientes de China.
Esta marca, que parece haber aparecido de la nada, se desprendió de Chirey hace muy poco tiempo y ahora se presenta de manera independiente en el mercado, aunque con el respaldo de Chirey en términos de soporte técnico y recursos, pero con modelos y puntos de venta exclusivos.
Un SUV compacto que se diferencia de la mayoría de los autos chinos al no depender únicamente de su precio para atraer a los consumidores, sino que también apuesta fuertemente por un estilo distintivo. Esta apuesta comienza con su silueta, que se aleja por completo del estereotipo de SUV tradicional. Aquí no encontramos un perfil cuadrado, sino más bien una sugerencia de la idea de un "SUV coupé".
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Omoda: Factores a favor y en contra para el usuario
Omoda presta una gran atención a los detalles. Este SUV se exhibe con orgullo. Toda su iluminación exterior es en LED, incluyendo direccionales dinámicas, y su parrilla se pinta en el color de la carrocería, adornada con elementos cromados en forma de diamantes. Además, ofrece una amplia paleta de colores para elegir, opciones de combinación bitono y rines de aluminio de 18 pulgadas, pintados de negro en la versión tope de gama.
El interior de los automóviles también presenta una propuesta de diseño intrigante que se ajusta perfectamente al concepto futurista de Omoda.
En las pruebas, optaron por la versión tope de gama, que resultó ser atractiva. Entre sus características, encontramos un quemacocos, asiento del conductor con ajuste eléctrico, aire acondicionado automático, llave inteligente, freno de estacionamiento eléctrico y una cámara de visión de 360 grados con representación en 3D, además de una completa suite de asistencias avanzadas de conducción que incluye freno autónomo de emergencia y asistente de mantenimiento de carril, aunque su ajuste es particularmente sensible a las condiciones de manejo en nuestro país.
En términos de ergonomía, hay mucho que analizar. La posición de manejo es cómoda y la visibilidad, en general, es adecuada, aunque el espejo retrovisor parece tener un efecto "ojo de pez" que, combinado con un medallón trasero pequeño, no proporciona la mejor visibilidad hacia atrás.
En la parte trasera, se encuentra suficiente espacio para las piernas y la cabeza, aunque el espacio para los pies bajo el asiento delantero es limitado.
En cuanto al consumo de combustible, en condiciones de conducción en ciudad, logra un promedio de entre 9.5 y 10.5 km por litro, lo cual podría considerarse un poco elevado dadas sus capacidades de rendimiento. Aunque no es excesivo, otros modelos de potencia similar han logrado un rendimiento ligeramente mejor, alrededor de 11 a 11.5 km por litro. En este aspecto, se queda un poco por debajo de las expectativas.
En conclusión, el Omoda emerge como un SUV chino que desafía las expectativas convencionales. Con su enfoque en tecnología, diseño y estilo, logra destacar en un mercado altamente competitivo. Aunque presenta algunos desafíos en términos de visibilidad y consumo de combustible, su propuesta global resulta intrigante y atractiva para quienes buscan un SUV compacto con un toque de sofisticación y modernidad.