Si estás leyendo esto, probablemente te estés preguntando cómo puedes ahorrar un poco de dinero en tus impuestos. Bueno, estás de suerte.
Hoy vamos a hablar sobre los gastos del auto que puedes deducir en tu declaración anual ante el SAT. ¡Sí, leíste bien! Algunos de los gastos de tu auto pueden ser deducibles.
Así que, siéntate, relájate y sigue leyendo.
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¿Qué son los gastos deducibles?
Primero, hablemos un poco sobre qué son los gastos deducibles.
En términos sencillos, son aquellos gastos que puedes restar de tus ingresos totales al hacer tu declaración anual.
Esto significa que puedes reducir la cantidad de impuestos que pagas. ¡Genial, verdad!
La declaración anual para el año 2023 debe ser presentada este año. Las entidades jurídicas tienen hasta el 1 de abril de 2024 para completarla, mientras que los individuos tienen del 1 al 30 de abril para hacerlo.
Si no estás seguro sobre cómo deducir los gastos de un vehículo, es recomendable que consultes a un contador profesional. Es importante recordar que cumplir con esta obligación fiscal es necesario para todas las personas que han obtenido ingresos a través de:
• Sueldos, salarios y asimilados.
• Actividad empresarial y Servicios profesionales (Honorarios).
• Simplificado de Confianza.
• Arrendamiento.
• Enajenación de bienes.
• Enajenación de acciones en bolsa de valores.
• Adquisición de bienes.
Gastos del auto que puedes deducir
Ahora, hablemos de los gastos del auto que puedes deducir. Según la información más reciente, estos son algunos de los gastos que puedes incluir en tu declaración:
- Carga de Gasolina o diésel: Esta debe realizarse en una estación que no esté a más de 50 kilómetros de tu domicilio fiscal.
- Compra de equipo de mantenimiento para el carro: Esto incluye la compra de batería, refacciones, anticongelantes, entre otros.
- Trámites vehiculares: La tenencia, verificación y el seguro del auto son considerados como deducibles.
Es importante que solicites tu factura para cada uno de estos gastos y que verifiques que estén a tu nombre como persona física.
En conclusión, hacer tu declaración anual no tiene por qué ser un dolor de cabeza.
Con un poco de organización y conocimiento, puedes aprovechar al máximo los beneficios fiscales disponibles.
Recuerda, cada peso cuenta cuando se trata de tus impuestos.
Así que, la próxima vez que llenes tu tanque de gasolina o pagues tu seguro de auto, piensa en cómo estos gastos pueden ayudarte a reducir tu carga fiscal.
¡Buena suerte con tu declaración!