Fisker, la compañía de autos eléctricos que existe desde la década del 2000 –en un principio se conocía como Fisker Automotive– y que pintaba ser el rival más directo de Tesla, ya que ambas compañías son estadounidenses, en los últimos meses no la ha pasado nada bien.
Henrik Fisker, el empresario y diseñador de estos autos cero emisiones –también se dio a conocer por diseñar autos de lujo muy conocidos como el Aston Martin DB9 y el BMW Z8–, enfrenta serios problemas con su compañía de vehículos eléctricos.
A pesar de que este proyecto tenía mucho potencial y cuenta con carros eléctricos interesantes como el Fisker Ocean, Fisker Pearl, Fisker Alaska o Fisker Ronin ha tenido que declararse en bancarrota.
La marca de autos eléctricos Fisker se va a la quiebra
El martes 18 de junio de 2024 la noticia de que Fisker se declaraba en quiebra salió a la luz. Tras acumular deudas y tener pasivos que oscilaban entre los 100 y 500 millones de dólares, al fabricante no le fue posible mantener sus activos.
Por el momento, ninguna compañía de autos conocida en la industria automotriz ha levantado la mano por Fisker para intentar rescatar el proyecto ligado a la movilidad sustentable. Entonces Henrik Fisker y sus socios han tenido que ajustarse a las leyes de quiebras de Estados Unidos, lo cual podría ser el último intento para sobrevivir y salir adelante.
De hecho, no es la primera vez que Henrik Fisker se enfrenta a algo así con su compañía. En 2013 la marca de autos eléctricos también estuvo en una crisis parecida, pero en esa ocasión Wanxiang Group fue el héroe de Fisker Inc., como también se le llama al fabricante de vehículos que no contaminan.
Por el momento, Fisker ha bajado los precios de sus automóviles eléctricos, como el de su SUV llamado Ocean. Seguramente en unos días tendremos más noticias de lo que ocurra con esta marca que, a pesar de proponer una movilidad eléctrica que es más amigable con el medio ambiente, podría desaparecer en cualquier momento.
