Ford, la compañía de autos estadounidense que se fundó en 1903, comenzó a operar en México en 1925. De hecho, se trató del primer fabricante de automóviles en llegar a tierras mexicanas. A la fecha, de acuerdo a información de la empresa, cuenta con 14,600 empleados en el país, en sus plantas que se localizan en Hermosillo, Sonora y Cuautitlán Izcalli, Estado de México.
En México, incluso se producen algunos de los vehículos más emblemáticos de esta marca, como lo son el SUV eléctrico Ford Mustang en la versión Mach-E, la pick-up Ford Maverick o la SUV crossover Ford Bronco Sport.
Sin embargo, Ford cuenta con más historia, pues en el pasado fue una de los fabricantes de autos más importantes y claves para el desarrollo del transporte público en la Ciudad de México, que hoy en día igualmente se le conoce como CDMX.
¿El Ford Modelo T fue de los primeros taxis en la Ciudad de México?
El Ford Modelo T se fabricó de 1908 a 1927. Era descrito como un automóvil de turismo y se tiene el dato, gracias a la compañía estadounidense, que se fabricaron más de 15 millones de unidades. De hecho, la idea de Henry Ford (fundador de Ford) al lanzar este modelo era que fuera asequible, fácil de usar y duradero para las personas.
En la Ciudad de México este carro que fue de los primeros en producción en masa de Ford, se le conocía como Fordcito y ganó popularidad por ser un transporte de pasajeros en el siglo XX.
A inicios de la década de 1900, como lo da a conocer Ford, la clase media de la Ciudad de México era quien podía usar un Fordcito como taxi, pues no era tan económico; se cobraba por viaje o por hora.
Ford igualmente tiene el dato que en aquel tiempo las personas que querían desempeñarse como taxistas con un Ford Modelo T, que solía alcanzar una velocidad máxima de 70 kilómetros por hora, era necesario certificarse para que así se les pudiera asignar un sitio de trabajo, en alguna zona de la capital mexicana.
Fordcitos, la base de los camiones de pasajeros en la Ciudad de México
Conforme fueron pasando los años, los llamados Fordcitos sirvieron como base para que surgieran los primeros camiones de pasajeros en la Ciudad de México. Esto se dio por necesidad, pues en 1916, año en el que hubo una huelga en la metrópoli que afectó a taxis y tranvías, personas que tenían algún Ford Modelo T transformaron a este vehículo en un transporte público. Incluso, como lo explica Ford, usaban lonas, láminas y tablas para crear techos y asientos.
Posteriormente, ya que el gobierno se dio cuenta que los camiones de pasajeros podían ser útiles para la movilidad urbana en la Ciudad de México, se comenzaron a otorgar concesiones y se establecieron rutas y precios.
