La reconocida firma alemana Porsche AG ha puesto en marcha un ambicioso plan de realineamiento estratégico, tras enfrentar un primer semestre de 2025 marcado por adversidades económicas, geopolíticas y regulatorias; con ingresos por 18.16 mil millones de euros, un 6.7% menos que el mismo periodo del año anterior, y una caída del 67% en beneficio operativo, la marca de autos deportivos se prepara para redefinir su modelo de negocio con miras a recuperar fuerza a partir de 2026.
Porsche se replantea su futuro: redimensionamiento global, electrificación y nuevos retos arancelarios
Oliver Blume, CEO de Porsche AG, reconoció que el contexto actual, con una desaceleración en la demanda de autos premium en China, nuevos aranceles en Estados Unidos y un avance más lento de la movilidad eléctrica, obliga a decisiones profundas: “El mundo ha cambiado radicalmente. Por eso estamos transformando a Porsche desde la base”.
Entre las medidas clave se encuentra una inversión de 500 millones de euros en actividades relacionadas con baterías, así como 200 millones en ajustes internos de la empresa. Además, Porsche absorbió un costo adicional de 400 millones por mantener precios para clientes afectados por los nuevos aranceles estadounidenses, que subirán al 15% desde agosto.
A pesar de los desafíos, la firma reportó avances notables, en Europa, el 57% de sus ventas fueron de vehículos electrificados, superando sus propias metas; el SUV Macan lideró en ventas globales con 45,137 unidades, y la marca rompió récords de entrega en Norteamérica y mercados emergentes.
En paralelo, la filial V4Smart activó su segunda planta de celdas de batería en Alemania, posicionando a Porsche como pionero en producción europea de litio de alto rendimiento.
En cuanto a calidad y deporte, Porsche brilló en el estudio J.D. Power APEAL como la marca mejor valorada por clientes en EE.UU., y se consagró en Fórmula E con doble título mundial, además de lograr un podio general en Le Mans.
De cara al cierre del año, Porsche ajustó sus previsiones, manteniendo su expectativa de ingresos entre 37 y 38 mil millones de euros, aunque ahora prevé un margen operativo entre 5% y 7%, dependiendo del impacto de los aranceles y las nuevas medidas.
Blume y su equipo apuestan por resiliencia, rentabilidad y una gama más flexible para enfrentar el cambio de era en la industria automotriz global.
