Un BMW que parece salido de un cómic, firmado por uno de los artistas más provocadores del arte contemporáneo; así podría describirse el resultado de la colaboración entre Jeff Koons y BMW, que dio vida a una serie limitada de apenas 99 unidades del M850i xDrive Gran Coupé.
Jeff Koons convierte un BMW M850i en una escultura rodante
Este no fue un proyecto de diseño cualquiera, cada uno de estos autos fue pintado a mano por los técnicos maestros de BMW en su planta de Dingolfing, Alemania, utilizando 11 capas de color y más de 200 horas de trabajo solo en la pintura exterior; nada de viniles ni impresiones industriales: cada unidad es una obra de arte automotriz única.
El resultado es un estallido visual que fusiona el lenguaje del cómic con el arte pop: explosiones gráficas, líneas de velocidad tipo pinstripe y una paleta vibrante que transforma al M850i en lo que BMW describe como una “escultura rodante”.
El interior no se queda atrás: Koons eligió cuero rojo intenso y azul profundo, en un guiño claro al traje de Superman; el diseño no es casual: refleja la obsesión del artista con el heroísmo, la cultura pop y los íconos estadounidenses.
Con un precio estimado de $350,000 dólares y la firma de Jeff Koons en cada unidad, esta edición limitada no solo eleva al M850i a un nuevo plano de exclusividad, sino que también fusiona el mundo del arte con el de la alta ingeniería alemana.
“Este es mi auto soñado”, dijo Koons en su presentación; para BMW, representa la culminación de una visión donde el diseño, el arte y la emoción de conducir convergen.
No es la primera vez que la marca bávara colabora con artistas —ya lo ha hecho con Andy Warhol, Roy Lichtenstein y David Hockney—, pero esta es una de las más ambiciosas y técnicamente complejas.
¿Es un deportivo?, ¿es arte?, ¿es cultura pop? El BMW M850i by Jeff Koons es todo eso y más; una obra firmada que no se cuelga en una galería, sino que ruge en las calles.
