Muchas figuras públicas muestran una pequeña faceta de ellos mismos al mundo entero. La del deportista, empresario o artista exitoso en lo profesional, mientras en las vidas privadas sus historias pueden ser muy diferentes. Algo parecido le sucedió a James Hunt, piloto británico de la Fórmula 1 en los años setentas que hace poco cumplió 30 años de fallecido.
Hunt compitió con las escuderías Hesketh, McLaren y Wolf, donde compitió en 93 grandes premios, en los que registró 10 victorias, 14 pole positions y 23 podios. Su mayor éxito en la máxima categoría del automovilismo fue en 1976, cuando se convirtió en campeón mundial de la F1 con el equipo con sede en Woking. Esta hazaña está plasmada en la película de 2013 'Rush', donde se muestra lo vivido en su feroz competencia con el austriaco Nikki Lauda.
James Hunt en el amor
Mientras el oriundo de Surrey brillaba en las pistas, su vida fuera de las competencias se volvió una llena de excesos, donde la regla era el alcohol, las drogas y sus amoríos con mujeres, de donde surgió el mito que había estado con 5,000 diferentes. Incluso se hizo miembro honorario de la revista Playboy. La fama adquirida y su característica melena rubia lo hizo destacar también en la mansión de la publicación.
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"Tengo una teoría sobre el gusto de las mujeres por los pilotos, es por nuestra cercanía con la muerte, mientras más cerca estás de la muerte, más vivo te sientes": James Hunt.
Este tipo de vida desenfrenada no le permitió tener una relación sentimental estable. Primero, el inglés se casó con la modelo Suzy Miller a unas semanas de haberla conocido, y rápidamente ella lo dejó por el actor Richard Burton. Posteriormente, el piloto de carreras contrajo nupcias con Sarah Lomax, con la que duró más tiempo pero también se divorció. Con cada uno de ellas tuvo un hijo.
Parecía que las relaciones estables no eran el punto fuerte de James Hunt, hasta que ya retirado de la F1 y convertido en comentarista conoció a Helen Dyson, mujer que le ayudó a superar sus adicciones y con quien parecía haber encontrado finalmente a su 'media naranja'. Hunt estaba tan enamorado de ella que a pesar de las malas experiencias con sus esposas, se animó a pedirle matrimonio y ella aceptó.
La ironía del destino llegó un día después de este suceso, pues en un hecho increíble Hunt sufrió un ataque cardíaco y falleció sin poder casarse con el 'amor de su vida'.