Una de los reglas más claras y estrictas en la Fórmula 1 es la duración máxima de las carreras, la cual no puede exceder las dos horas de tiempo efectivo de competencia. Esta norma, establecida por la Federación Internacional del Automóvil (FIA), tiene como objetivo principal garantizar la seguridad de los pilotos, la equidad deportiva y el interés del público tanto en el circuito como en las transmisiones televisivas.
De acuerdo con el Artículo 5.3 del Reglamento Deportivo de la FIA, una carrera de la F1 no puede durar más de dos horas en tiempo real, es decir, el periodo efectivo en el que los autos están en movimiento. Sin embargo, cuando se presentan interrupciones, como banderas rojas, lluvia intensa o accidentes, el reloj puede detenerse, aunque el evento completo no debe sobrepasar las tres horas totales desde el momento de la largada.

El principal motivo es la seguridad física y mental de los pilotos. Con temperaturas dentro del monoplaza que pueden superar los 50 grados Celsius, la deshidratación y la pérdida de concentración aumentan conforme pasa el tiempo. Un estudio de BBC Sport señala que los pilotos pueden perder entre 2 y 3 kilogramos de peso durante una carrera debido al esfuerzo y el calor. Extender las competencias más allá de las dos horas podría incrementar notablemente el riesgo de errores y accidentes.
El dinero pone limitantes a los tiempos de las carreras de la F1
Por otro lado, la duración controlada también responde a una cuestión técnica y logística. Los motores, neumáticos y sistemas híbridos están diseñados para rendir al máximo dentro de un límite razonable de vueltas. Superar ese tiempo implicaría una mayor exigencia mecánica y aumentaría los costos de mantenimiento y desarrollo, algo que la FIA busca evitar en su objetivo de mantener la sostenibilidad económica del campeonato.
Finalmente, la regla de las dos horas ayuda a conservar el interés de la audiencia global. Según datos de la F1, las transmisiones deben adaptarse a horarios internacionales y mantener la atención del público durante un tiempo óptimo. Un evento más largo podría reducir el impacto televisivo y complicar la organización.