El Gran Premio de Las Vegas es uno de los eventos más llamativos y mediáticos en el calendario actual de la Fórmula 1, pero su historia es mucho más extensa y compleja de lo que muchos aficionados recuerdan. La primera vez que la categoría reina del automovilismo corrió en esta ciudad no fue en la moderna Strip rodeada de luces y casinos, sino en un circuito improvisado en el estacionamiento de un hotel. Aquel debut ocurrió en 1981 bajo el nombre Caesars Palace Grand Prix.
Dicho primer GP de Las Vegas se celebró el 17 de octubre de 1981, como cierre de la temporada de F1. La carrera se disputó en un trazado urbano construido en el estacionamiento trasero del hotel Caesars Palace, con un diseño anguloso y de baja velocidad que fue rápidamente criticado por pilotos y equipos debido a su exigente combinación de calor extremo, asfalto abrasivo y curvas repetitivas. Pese a las dificultades, la competencia fue histórica: Alan Jones, piloto de Williams, ganó esa primera edición, mientras que Nelson Piquet aseguró el campeonato mundial tras finalizar quinto.

Una segunda carrera se realizó en 1982, año en el que Michele Alboreto, de Tyrrell, obtuvo la victoria. Sin embargo, el evento enfrentó baja asistencia, costos elevados y un trazado poco atractivo tanto televisivamente como para el público local. Debido a la falta de rentabilidad, la F1 abandonó Las Vegas después de solo dos ediciones y no regresó durante más de cuatro décadas.
La F1 regresa a Las Vegas
El renacimiento ocurrió en 2023, cuando la F1 anunció una alianza directa con promotores locales y casinos para crear un evento sin precedentes: un circuito urbano nocturno en el corazón de la ciudad, recorriendo parte del famoso Strip. A diferencia del pasado, esta vez la apuesta fue monumental, con una inversión estimada superior a los 500 millones de dólares, infraestructura propia y un enfoque de espectáculo global.
Debutó con gran atención mediática, introduciendo una de las pistas más rápidas del calendario y un formato de carrera diseñado para convertirse en una experiencia turística y tecnológica incomparable. Desde entonces, el GP de Las Vegas se ha posicionado como una de las fechas más codiciadas del campeonato por su impacto económico, atractivo turístico y ambiente festivo.