Un tanque de guerra autónomo y alemán está en desarrollo por la compañía de armamento Rheinmetall, pero el primer prototipo aterra por sus capacidades y sus posibles actualizaciones hacia el futuro que lo harían aún más mortífero.
En la cuarta temporada de Black Mirror, el quinto capítulo de nombre “Metalhead”, nos adelantó los horrores de la guerra en la era de la autonomía y la inteligencia artificial.
Pues bien, el Autonomous Combat Warrior Wiesel, o simplemente, ACW Wiesel, ha dado un paso adelante en materia tecnológica que podría acelerar la realidad representada en la famosa serie.
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En primera instancia, el tanque es más compacto que un tanque de guerra tradicional, y sus primeras pruebas se han corrido sin armas. Pero en materia de desempeño, el tanque es único en su clase.
Su principal distintivo es que funciona con un kit de autonomía que no es inmanente o integral del modelo, sino que puede instalarse también en otros camiones o vehículos militares.
Este sistema se activa de forma remota a través de una tablet; desde ahí, el usuario puede activar el modo autónomo y fijar el destino.
El tanque, de esta manera, es capaz de llegar hasta él sorteando árboles, cuerpos de agua, rocas y otros obstáculos.
Los muchos usos del ACW Wiesel
Pero además, el modo autónomo del tanque de guerra permite un modo de manejo “convoy”, en el que el vehículo sigue a otro de forma estable.
En este modo, el tanque puede frenar, acelerar y mantener la distancia y la velocidad respecto al vehículo que está siguiendo.
Sus creadores han dicho que con futuras actualizaciones, esta bestia de guerra podrá ser capaz de reconocer soldados e incluso analizar su comportamiento para determinar posibles amenazas.
También sería capaz en un futuro de realizar maniobras off-road a través de tecnología avanzada de Lidar y con base en ello tomar decisiones tácticas.
De acuerdo con Rheinmetall, el ACW Wiesel es el tanque de guerra autónomo más avanzado de toda la industria bélica.
Finalmente, este aterrador y poderoso vehículo de guerra se encuentra todavía en fase de pruebas, y aunque la compañía no asegura cuándo podría venderlo a los gobiernos del mundo, su desarrollo ya nos demuestra lo cerca que se está de usar esta tecnología efectivamente en un campo de batalla.