Volkswagen ha revelado lo que quizá sea la pieza de mobiliario de oficina más compleja y tecnológica en la historia: una silla que puede ‘manejarse’ casi igual que un auto: es 100% eléctrica, tiene faros frontales y traseros, direccionales, cinturón de seguridad y hasta sistema de infoentretenimiento.
Se trata de un proyecto único que pretende ¿revolucionar? el estilo que se imprime en la oficina.
La compañía alemana ha ido tan lejos, que le ha instalado sensores de estacionamiento, una cámara trasera que funciona como espejo retrovisor, y un sistema de audio.
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El proyecto, único en su clase, fue desarrollado por Volkswagen Commercial Vehicles en Noruega, y la idea era la de integrar funcionalidades de los autos, a una silla de oficina.
Entre sus principales capacidades se encuentra: 20 kilómetros por hora de velocidad máxima, 12 kilómetros de autonomía, rines de aluminio con el logo VW, y todo un sistema de faros muy parecido a la línea de autos eléctricos ID.
A toda velocidad en la oficina
La compañía reveló el proyecto a través de sus redes sociales, y lo acompañó con un simpático mini documental que muestra todo lo que la silla de oficina puede hacer, y el proceso que siguieron los ingenieros para esta peculiar silla motorizada.
Desafortunadamente no es un proyecto destinado a la producción, sino apenas, quizá, de un juego o alguna clase de ocio disparatado por parte de la compañía.
Como decíamos: se puede manejar, tiene sensores de estacionamiento, y un sistema de audio y entretenimiento con botones físicos.
Cuenta también con varios puertos USB, una entrada para recarga de la silla. A un costado, la silla cuenta con un compartimento para guardar una laptop, o papeles, o cualquier otra cosa relacionada con la oficina.
Incluso tiene un gancho en la parte de atrás para quienes quieran remolcar otro mueble más grande como un escritorio o una impresora.
Finalmente, dado que no es un producto destinado a la venta, la compañía está ofreciendo “pruebas de manejo” en diferentes locaciones en Noruega. Increíble.
Esta silla de Volkswagen parece ser una de esas cosas raras como el perfume de Elon Musk con olor a cabello quemado, o una F-150 Lightning hecha 100% con piezas de Lego.