El argentino Diego Armando Maradona pasó a mejor vida el 25 de noviembre de 2020. Historias asociadas a quien se le considera el mejor futbolista de todos los tiempos siguen contándose. Una bastante especial sucedió cuando jugaba con el Napoli, equipo italiano de la Serie A. En ese conjunto, Maradona formó parte de 1984 a 1992. Durante su estancia los hizo campeones por primera vez en 1987, quedando para la historia del club y de la ciudad de Nápoles.
El Napoli no eran un equipo destacado en Italia ni en Europa. Difícilmente podían competirle al Milán o la Juventus, quienes contaban con jugadores estrellas como Marco Van Basten, Ruud Gulit, Michael Laudrup o Michel Platini. Por lo mismo, cuando Maradona logró quedar campeón, fue algo que le dio la vuelta al mundo.
De hecho, el argentino para poder lograr su hazaña, llegó a contar que se ponía a ver todos los partidos de la Serie A para recomendarle jugadores al dueño del Napoli, Corrado Ferlaino, con la intención de que pudiera contratarlos. Así sucedió con el delantero italiano Bruno Giordano, que jugaba en la Lazio; durante un encuentro estuvo pidiéndole que reforzara al equipo.
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“Le insistí todo el partido. Le decía: ‘Bruno, tienes que venir al Napoli, dime cuánto ganas y yo le digo a Ferlaino que te ofrezca un contrato mejor’”, declaró Maradona años después.
Para la temporada de 1985-1986, una antes de que Maradona saliera campeón con el Napoli, Bruno Giordano llegó al equipo comandado por el argentino. También, en esas fechas Maradona quedó campeón del mundo con Argentina, disputando el Mundial de México 86. Esto comenzó a engrandecerlo como el mejor futbolista de todos los tiempos, ya que se echó a su selección a la espalda; basta con ver el gol contra Inglaterra, cuando tomó el balón desde mitad del campo y driblando a un sinfín de ingleses dejó la bola entre las redes.
¿Qué premio recibió Maradona por ganar el Mundial de México 86?
Corrado Ferlaino, presidente del Napoli, como regalo después de que su jugador estrella levantó la Copa del Mundo, le regaló un auto extremadamente lujoso, único y particular. Se trataba de un Ferrari Testarossa que, aparte de ser sucesor del modelo 512 BBi de la marca del caballito, en 1984 había sido presentado en el Salón del Automóvil de París.
Para aquel momento, el Ferrarri Testarossa modelo 1987 era el auto más potente del mundo, por lo que no parecía ser nada extraño que lo tuviera un jugador como Maradona, quien siempre fue distinto a los demás. Sin embargo, el único capricho del argentino con el presidente del club italiano, fue que su vehículo fuera en color negro mate, aun cuando sólo se fabricaban en rojo.
“Gasté el doble y tuve que agregar 130 mil dólares por el color”, llegó a declarar Corrado Ferlaino a la prensa italiana.
En total, el Ferrari Testarossa tuvo un costo de 430 mil dólares. Maradona lo manejó desde ese momento, hasta que abandonó el club en 1992 para pasar al Sevilla de España. Lo curioso es que un vehículo así sólo lo tuvieron él, Michael Jackson y Sylvester Stallone. También, para agregarle a esta historia algo chusco, es que por poco lo rechaza, ya que cuando se subió a conducir el superdeportivo por primera vez, se dio cuenta que no contaba con estéreo ni aire acondicionado, por lo que el presidente del Napoli tuvo que convérselo para que lo conservara.
Poco tiempo después, Maradona pondría en los ojos del mundo al Napoli, mucho más que a su Ferrari Testarossa al que le hizo el feo, en cuanto ganó en total dos veces la Serie A, dos Copas Italianas y una Copa UEFA.