El Ferrari Trento es uno de los vinos con mayor tradición en Italia y es un producto altamente valorado en varios mercados de Europa.
Este vino espumoso se volvió la marca oficial en las celebraciones de la Fórmula 1 desde el año pasado, rompiendo una larga tradición de champán y cuyo monopolio en la F1 lo mantenía Moët & Chandon.
El vino de Ferrari seguirá siendo la marca oficial durante 2022 y 2023, gracias a su contrato de tres años. Este vino, sin embargo, no debe confundirse con la marca del caballo rampante, que nada tiene que ver, excepto el apellido de su fundador, Giulio Ferrari.
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Breve historia del vino Ferrari
Fue en 1902 cuando el joven italiano se dispuso a hacer realidad su sueño de crear un vino en su región, Trentino, en Italia, que pudiera competir contra los máximos exponentes del champán francés.
Fue un auténtico pionero, ya que fue el primer avicultor en hacer extensas plantaciones de la uva Chardonnay en esta región de Italia, hoy una de las máximas regiones productoras de esta uva.
Su negocio empezó con unas cuantas botellas pero con una minuciosa y casi obsesiva preocupación por la calidad. Una de sus características era el método clásico de fermentado y carbonatación.
Estas botellas llevaban por nombre Champagne Maximum Sec G. Ferrari Trento Autriche y tuvieron una producción muy limitada.
Giulio Ferrari luchó varias décadas por posicionar su negocio, recibió los golpes de la enfermedad y de la Primera Guerra Mundial.
Hacia 1937, para proteger el producto de los saqueos de la guerra, Giulio y un amigo y colega suyo, Bruno Lunelli, escondieron algunas de sus primeras botellas que recuperaron diez años después.
Esta larga crianza resultó en un vino extraordinario que se convertiría en el gran exponente de las celebraciones y la vida italiana. Debido a que Giulio Ferrari no tenía hijos, heredó a la familia Lunelli todo su negocio, quienes lo manejan hasta el día de hoy.
Ferrari Trento, rompiendo la tradición
Fue en 1950 cuando se introdujo la champán a la Fórmula 1, cuando los hermanos Paul Chandon Moët y Frederic Chandon quienes ofrecieron una gigantesca botella al entonces ganador del GP Francia, Juan Manuel Fangio.
Desde entonces la tradición del champán se había mantenido en la máxima liga, sólo con algunas suspensiones en las carreras de los países árabes que prohíben la presencia del alcohol en sus eventos.
El Ferrari Trento apareció por primera vez en la F1 en 1980, durante el Gran Premio de Imola, que ganó Nelson Piquet. Un año después, Alain Prost, festejó su primer lugar en el Gran Premio de Italia agitando una gran botella de Ferrari Trento.
Finalmente, la firma se asoció con la Fórmula 1 bajo un contrato de tres años, consolidando toda una historia como uno de los vinos favoritos de los sibaritas.