Gisela Ponce es una de las pilotas mexicanas más destacadas. Actualmente compite en la categoría TC2000, con el equipo de Alessandros Racing, pero ha corrido en otras diferentes como la WV 1600 Stock (en 2009) y la Nascar Toyota Series (en 2012).
Con 32 años de edad y natal de Aguascalientes, reside en el estado de Puebla desde hace años y ahí practica de forma regular en el Autódromo de Puebla.
Además de ser pilota de carreras, es también madre y profesionista. Es egresada de la carrera de Comunicación Organizacional y madre de la pequeñita Macarena Orea Ponce.
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¿Cómo combina todas estas tareas con el automovilismo, una actividad de alto riesgo? En una charla exclusiva con De Cero a Cien, nos comparte que la clave está en la organización con su esposo Andrés Orea, quien también es arquitecto y piloto.
“Nos organizamos muy bien para cuidar a Macarena; él corre por las tardes y yo por las mañanas; nos dividimos las tareas domésticas para poder competir”.
Gisela Ponce nos asegura que, aunque no ha sido fácil combinar todas las tareas profesionales y maternales con la actividad del deporte motor, la clave ha sido el apoyo de toda su familia.
“No sé cómo habría sido mi vida si mi esposo no me apoyara al 100% en las carreras; es algo que él entiende muy bien porque también es piloto, y como tal me ha dado todo el apoyo para poder continuar corriendo después del embarazo”.
La maternidad y el automovilismo
Aunque parecen actividades completamente disímiles (y quizá mutuamente excluyentes) la familia de Gisela Ponce (desde su abuelo, luego su padre, y ahora ella con su esposo Andrés) ha estado involucrada en el automovilismo.
De ahí que la creación de una familia, con la llegada de la pequeña Macarena, y su permanencia en el deporte del auto haya sido algo casi natural en su vida.
Cuando nos encontramos con Gisela Ponce en el Autódromo Hermanos Rodríguez para la entrevista, la pequeña Macarena estaba en brazos de su padre, a un costado de la zona de pits, escuchando los rugidos de los motores.
Cuando partimos hacia la zona donde charlaríamos, ella se puso inquieta enseguida y gritó: ¡Mami! Pero Gisela le aseguró que no tardaría y que volvería pronto. Se quedó más o menos conforme.
A todos nos causó ternura. Cuando le preguntamos a Gisela cómo vivía su maternidad con un deporte de alto riesgo como el automovilismo, nos dijo algo sorprendente.
“No he sentido miedo ni mucho peligro, la verdad. Pero ahora que soy mamá entiendo mucho mejor a mi madre cuando se ponía muy nerviosa y protectora cuando yo empezaba a correr. La verdad, si Macarena me dijera que quiere ser pilota de carreras, la apoyaría totalmente, pero quizá me pondría muy nerviosa de verla en el Autódromo. Ya el futuro nos dirá”, dijo entre risas.
Las luces en la carrera de Gisela Ponce
Como anotamos arriba, la carrera de Gisela Ponce comenzó en el karting (como es usual en el deporte del auto). En el 2003 debutó en la categoría “Hanimal” de karting, y terminó en la cuarta posición del campeonato.
En 2009 corrió cuatro tandas en la categoría WV 1600 Stock y terminó en cuarto lugar general, y se convirtió en subcampeona novata sólo un punto detrás del líder.
Hacia 2011 fue campeona en la categoría de Turismos de Velocidad, y obtuvo para Aguascalientes el primer Casco de Plata que entrega la Federación Mexicana de Automovilismo Deportivo.
En 2012 incursionó en la Nascar Toyota Series con autos stock V6, y fue la primera mujer en completar el calendario. Terminó en la séptima posición general y en la segunda de los novatos.
Hacia 2015 corrió en la Super Copa, en la categoría de tractocamiones Freightliner. En aquel año finalizó en tercer lugar la primera carrera, ocurrida en San Luis Potosí y en el quinto lugar del campeonato general.
A decir de Gisela Ponce, fue uno de los grandes momentos de su carrera:
“Para mí fue como terminar en primer lugar. Competí contra los mejores como César Tiberio, Abraham Calderón y Rubén Pardo. Jamás me imaginé correr al lado de los más grandes de México, pero ahí estaba. La verdad fue mucho gracias a mi papá, a mi mamá, a mis patrocinadores. Sin ellos yo no hubiera logrado nada de lo que ya logré en este deporte”.
El regreso de Gisela Ponce y sus más grandes retos en la Copa Noti Auto
Después de un hiato de dos años en los que Gisela Ponce creció su familia nuclear y enfrentó retos como la pandemia, ella está de regreso en la Copa Noti Auto en la categoría de los TC2000.
Corre a bordo de un auto con chasis BMW; un auto tubular, modificado para quitarle casi todo el peso. Su número es el 62 del equipo Alessandros Racing, una de las escuderías más importantes de México, que cuenta con el patrocinio de Grupo Andrade y El Herlado Media Group.
Después de su hiato de dos años, reconoce que su más grande reto se encuentra en la parte física y en la adaptación del auto.
“Es un gran reto, entender el auto. Las carreras de la TC2000 se corren en relevos. Es una carrera de 70 minutos; a los 30 minutos se para la carrera y tienes 10 para cambiar el auto con tu coequipero. Pero es toda una estrategia porque si yo lo entrego a mi compañera un auto desgastado, no va a poder hacer nada más en la carrera”.
Gisela Ponce reconoce que establecer la mejor estrategia en este sentido ha sido el mayor reto hasta el momento en el campeonato.
Ella espera que conforme avancen las carreras y comience a entenderse con Zihara Esteban (su coequipera en Alessandros Racing; una pilota española con amplia experiencia en óvalos) pueda obtener resultados más sólidos en el campeonato.
De momento, se encuentra entrenando física y mentalmente para regresar a su mejor posición de competencia.