El aeropuerto de Helsinki, la capital de Finlandia, se volvió un estacionamiento de autos de lujo como Porsches, Bentleys y Mercedes con placas de Rusia, pues tras la invasión de este país contra Ucrania, Finlandia se ha convertido en el lugar de tránsito para los turistas rusos con más dinero.
Al comenzar la guerra, la Unión Europea cerró su espacio aéreo a los aviones de Rusia, por lo que ahora, los rusos que quieren viajar a Europa deben cruzar la frontera o tomar una ruta viajando con aerolíneas no occidentales.
De tal forma, el estacionamiento del aeropuerto de Helsinki posee centenares de autos de alta gama con matrícula rusa, como un nuevo Mercedes-Benz S-class sedan o un Porsche 911 Turbo S.
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"Esto me supera. Preferiría que no viniesen antes de que se resuelva la situación con Ucrania", confiesa un viajero finlandés Jussi Hirvonen.
Al respecto, el ministro de Relaciones Exteriores, Pekka Haavisto, confirma que Finlandia se ha convertido en "un país de tránsito" para los turistas de Rusia.
Finlandia limitará turismo de Rusia
Finlandia anunció la semana pasada que limitaría las visas de turista rusas al 10% del volumen actual a partir del 1 de septiembre.
Esto porque los rusos "vienen aquí con visas Schengen emitidas por muchos países diferentes y continúan su ruta a través del aeropuerto de Helsinki", explica Haavisto.
Casi dos tercios lo hacen con una visa Schengen emitida por un país como "Hungría, España, Italia, Austria, Grecia y España, (que) se encuentran entre los principales países emisores cada año", dice Mert Sasioglu, portavoz de los guardias fronterizos finlandeses, lo que provoca que el aeropuerto esté lleno de autos de lujo estacionados.
Las normas Schengen no permiten que Finlandia cierre su frontera a nacionalidades específicas, explica el ministro de Exteriores. Este tipo de sanciones solo pueden ser decididas de forma conjunta por la Unión Europea.
La Comisión Europea dijo la semana pasada que se está planteando un "enfoque coordinado" sobre las visas rusas. Países de Europa del Este como Letonia, Lituania y Polonia dejaron de emitir visas de turista a los rusos hace meses y Estonia planea impedir el paso a los rusos con visado emitido por otro país de la UE.
El canciller alemán, Olaf Scholz, tienen ciertas reservas. "Esta no es la guerra del pueblo ruso, esta es la guerra de Putin", dijo, considerando que limitar las visas de turista también penalizaría a "todas las personas que huyen de Rusia porque no están de acuerdo con el régimen ruso".