El 24 de marzo de 1946 nacía en Corpus Christi, Texas, Kitty O’Neil, una pequeña que sin pensarlo se convertiría en una de las mujeres más notables en el mundo deportivo, de las carreras y de las acrobacias hasta el día de hoy, batiendo récords que “por derecho” les pertenecían a los hombres en aquella época a pesar de su condición: Kitty era sorda, una afección que contrajo debido a una enfermedad que la acechó cuando era un bebé.
Contrario a lo que se podría pensar, Kitty jamás vio su sordera como una limitación, pues tuvo el apoyo de su familia, y sobre todo de su madre, quién la ayudó a aprender diferentes formas para poder comunicarse, como leer los labios.
“Yo misma me inicié en el mundo de los deportes. Como era sorda, tenía una actitud mental muy positiva. Tienes que demostrarle a la gente que puedes hacer cualquier cosa” aseguró una exitosa Kitty O'Neil durante una entrevista.
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A pesar de sus luchas, Kitty O’Neil descubrió su amor por la velocidad y los deportes extremos desde muy joven, iniciándose en el buceo, el esquí acuático e incluso en las carreras de motos.
No obstante la nacida en Texas siempre buscaba más y finalmente conoció el mundo del automovilismo batiendo un récord de velocidad en tierra al pilotar el SMI Motivator, una especie de auto con tres ruedas y forma alargada que era propulsado por el motor de un cohete, esto en 1976.
Kitty pisó el acelerador y ‘con los ojos cerrados’ alcanzó una velocidad promedio de 825,127 km/h en el SMI Motivator, demostrado que era una mujer que no le tenía miedo a absolutamente nada, consiguiendo el título de la mujer más rápida del mundo luego de eso.
Cabe destacar que mientras Kitty se convertía en la mujer más rápida de la Tierra, ella estaba luchando contra un cáncer bastante agresivo, enfermedad que al igual que su sordera, no la detuvo para vivir al máximo y demostrar la fuerza y el talento que tenía.
No obstante Kitty representaba un ‘peligro’ para los hombres, y fue por esta razón que se dice que una de las condiciones que le pusieron a la joven para poder pilotar este vehículo era que no podía intentar batir el record impuesto por un piloto, mismo que alcanzó 1014,656 km/h en tierra, sin embargo, haber aceptado estos términos supondría un motivo de arrepentimiento para O’Neil muchos años después, aunque estaba consiente de que de otra manera no habría podido lograr dicha hazaña.
La verdadera Mujer Maravilla
Como si no fuera lo suficientemente sorprendente la historia de Kitty O’Neil, su destreza y talento la llevaron a formar parte de Stunts Unlimited, un grupo exclusivo de dobles de acción, en el que Kitty se convirtió en la primera mujer en formar parte de una organización de este calibre.
Aunque durante su estancia en Stunts Unlimited, Kitty tuvo la posibilidad de actuar como doble de acción para diferentes proyectos importantes, su gran oportunidad llegaría cuando la propusieron como la doble de Lynda Carter, actriz que interpretaba a nadie más y nadie menos que a la Mujer Maravilla.
A lo largo de su carrera O’Neil también batió un record al pilotar una embarcación a gran velocidad y otro en la disciplina de esquí acuático, demostrando que su talento y el trabajo duro la llevaron a dejar claro que las mujeres con súper poderes sí existen en el mundo real, y estamos rodeados de ellas.
Para 1982 Kitty decidió dejar el mundo de la adrenalina y la velocidad debido al peligro que representaba, pues varios de sus compañeros habían fallecido, sin embargo, sus hazañas y logros son algo que celebramos aún el día de hoy, luego de 5 años de que la mujer más rápida del mundo haya muerto debido a problemas de salud.