Actualmente se está presenciando el paso a paso a una urbe con medios de transporte sustentables, que favorezcan un poco al medio ambiente y que permitan detener un poco los efectos del calentamiento global, en ese sentido, los motores eléctricos han ganado un papel importante, los autos ya han logrado captar una parte del mercado, pero también es posible que las bicicletas sean asistidas por ese tipo de motor.
Las bicicletas eléctricas favorecen a los usuarios en diferentes sentidos: por un lado las urbes cada día están más preparadas para ser amigables con los ciclistas contando con ciclovías y espacios para aparcamiento especial; también económicamente implica un ahorro sobre todo para recorrer distancias diarias a la casa u oficina, evitando el gasto de combustible; además al hablar de un motor eléctrico los tiempos de traslado se acortan y es muy posible esquivar el tránsito citadino. Es por ello, que pensar en una bicicleta eléctrica es una gran opción.
¿Qué se necesita para convertir una bicicleta en eléctrica? Guía paso a paso para hacerlo
Una opción más económica y que puede ayudar a evaluar la opción futura de adquirir una bicicleta eléctrica es adaptar una bicicleta normal en una de motor eléctrico. En el mercado ya existen kits que favorecen la transición y que no requieren ser un mecánico para realizar el cambio, ya que incluyen todas las piezas necesarias y manuales de colocación, a continuación se enlistan las distintas maneras de integrar el sistema eléctrico:
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- Rueda motorizada: en este tipo de cambio es tan sencillo como sustituir una de las dos ruedas de la bici por una con motor eléctrico, una vez que se cambia la rueda se conecta la batería a la misma. Aunque se puede seleccionar tanto la rueda de atrás como la de adelante es importante hacer pruebas y ver en dónde el equilibrio es menos afectado, aunque es cosa de adaptarse a ese cambio.
- Motor y batería bajo el asiento: este método se caracteriza por ser el más estético a la vista y consiste en alojar el motor en la parte de abajo del asiento y se conecta a la batería que también debe alojarse en esa zona.
- Motor con rodillo de fricción: en este caso se debe alojar en la llanta trasera y el motor y rodillo favorecen el impulso mediante el roce.
Ahora bien, el motor y la batería son los elementos indispensables para dicha transición, pero si se quiere completar el cambio existen otras piezas a destacar:
- Acelerador: puede ser añadido si se requiere mayor control sobre la tracción y se puede instalar con un botón de acción que se localice cerca de algún punto del manubrio para su fácil acceso.
- Controlador: es una caja que contiene la parte eléctrica y puede favorecer el buen funcionamiento del motor, lo mejor, es que puede colocarse en cualquier punto de la bicicleta y es de un tamaño pequeño.
- Sensor de pedaleo: es muy pequeño y se coloca en los pedales y sirve como medio de activación para el motor, en cuanto estos perciben el movimiento mandan la señal para que se active el motor facilitando la respuesta del mismo.
Los pasos para lograr la colocación son comenzar con cargar la batería y acomodarla junto al controlador, es importante atornillarlos bien; posteriormente se acomoda el motor en el lugar preciso de acuerdo al kit elegido; si se agregan los sensores es importante abrir el pedalear para fijarlos, luego se verifica que todo esté atornillado y bien colocado en su lugar y listo, es importante tener los manuales a la mano por si surge alguna duda con cualquier pieza.
Es importante elegir con qué elementos se va a comenzar la transición y tomar en cuenta que el cambio del peso puede afectar el equilibrio de la bicicleta por lo que será necesario ir haciendo pruebas hasta adaptarse a esa transformación.