En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, una empresa se destaca por su audacia y visión futurista, se trata de Neuralink, de Elon Musk. Empresa que busca desarrollar una interfaz cerebro-computadora que permita conectar el cerebro humano con dispositivos digitales.
En 2021, Neuralink sorprendió al mundo con una demostración pública en la que un mono llamado Pager jugaba al Pong usando un implante neural.
Este implante, conocido como N1, lee las señales cerebrales y las envía a una pantalla, permitiendo a Pager controlar el juego con su mente.
Te podría interesar
La Tecnología de Neuralink
El N1 es un dispositivo circular compuesto de varias capas que se inserta en el cerebro mediante hilos ultrafinos y altamente flexibles, cada uno de los cuales contiene muchos electrodos.
Una vez implantado, el N1 registra la actividad neuronal y la transmite de forma inalámbrica a la aplicación Neuralink, que decodifica el flujo de datos en acciones e intenciones. Pero Neuralink no se detiene ahí, ya que la empresa tiene grandes planes para el futuro, pues pretende crear una tecnología que pueda ayudar a personas con enfermedades neurológicas como el Parkinson o la parálisis.
Asimismo, buscará explorar las posibilidades de mejorar las capacidades cognitivas y sensoriales humanas.
Primer implante neuronal inalámbrico en un ser humano
En un avance histórico, Neuralink ha implantado con éxito su primer chip cerebral inalámbrico en un ser humano. Este implante, bautizado como “Telepathy”, puede registrar y transmitir señales cerebrales a una aplicación que codifica los movimientos de una persona.
El paciente se está recuperando bien y los primeros resultados son prometedores, mostrando picos neuronales o impulsos nerviosos, declaró el magnate Elon Musk a través de su cuenta de X.
Este logro representa un paso significativo hacia el objetivo de Neuralink de ayudar a las personas con discapacidades motoras severas a recuperar la movilidad mediante la tecnología de señales neuronales.
A medida que Neuralink continúa avanzando en su tecnología de interfaz cerebro-computadora, el impacto potencial en la sociedad es inmenso.
Desde la restauración de la movilidad y la comunicación en personas con discapacidades severas, hasta la mejora de las capacidades cognitivas y sensoriales humanas, las posibilidades son casi infinitas.
Sin embargo, con estas oportunidades también vienen desafíos significativos en términos de privacidad de datos, consentimiento informado, equidad en el acceso y consideraciones éticas.
A medida que nos adentramos en esta nueva era de la neurotecnología, es crucial que continuemos el diálogo sobre cómo navegar por estos desafíos para garantizar un futuro en el que la tecnología sirva al bienestar de todos. ¿Será la clave para desbloquear el verdadero potencial del cerebro humano? Solo el tiempo lo dirá.