Sin duda alguna, un velorio es un suceso lamentable, pero en gente importante también se requiere de un vehículo que sea elegante y vaya acorde a la trascendencia de la persona que falleció. Esta tarde se confirmó que Silvia Pinal falleció, una actriz importante en México, clave para el cine nacional, televisión, farándula, etc.
Hace minutos fue el traslado del hospital al velorio, y el vehículo utilizado sin duda alguna captó la atención, al ser no solo de grandes dimensiones, pero también, por sus prestaciones y diseño.
Este vehículo es de una marca de autos de lujo de Estados Unidos que sí ha sido referente por sus modelos entre sus décadas, y lo más interesante de todo es que es un auto de una empresa funeraria, pero de igual manera, es una carroza de grandes dimensiones.
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¿Cuál es la carroza fúnebre en la que fue llevada SIlvia Pinal?
Este vehículo es una réplica de una Carroza Cadillac de 1928, en específico es un modelo denominado como 341a Town Sedan el cual no solo es de grandes dimensiones, contaba con prestaciones radicales para ese momento, llevando un motor V8 de 5.6 litros, el cual genera un total de 90 caballos de fuerza, una potencia considerable para ese momento.
Sin embargo, el modelo original fue modificado por la casa Sayers & Scovill, la cual es de Estados Unidos. Algo interesante es que solo quedan 10 unidades en todo el mundo, por lo que no solo es un vehículo verdaderamente exótico y único, de igual manera se utiliza para situaciones especiales.
El impacto de este vehículo en la cultura del automovilismo es tal, que el mismo taller del especialista en crear vehículos, Martín Vaca, hizo la réplica completamente exacta, para ello, se usó el chasis de una Ford F-150.
En cuestión de diseño, cuenta con un una tonalidad oscura brillante, la parrilla y otros elementos son completamente en cromo, aparte de que al costado hay elementos decorativos tallados. Las llantas tienen bordes blancos y el diseño de rines es clásico y elegante, acorde a su propósito.
Este Cadillac sin duda alguna es invaluable, y es de esos clásicos que ameritan usarse en ocasiones verdaderamente especiales.