En el mundo del deporte no solo nos encontramos con atletas dedicados a la natación, al boxeo o a la gimnasia artística, pues también hay un grupo de hombres y mujeres que se han entrenado para conquistar los circuitos más imponentes del mundo: los pilotos.
Aunque en De Cero a 100 regularmente te hablamos de temas relacionados con la máxima categoría del automovilismo, no podíamos quedarnos indiferentes luego del impresionante accidente que sufrió el piloto de IndyCar, Sting Ray Robb.
¿Qué le pasó a Sting Ray Robb en Iowa?
El piloto de AJ Foyt Racing se encontraba luchando en en Iowa Speedway, cuando de manera inesperada, en la curva 2 hizo un contacto con Alexander Rossi, piloto de Arrow McLaren.
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Debido a la impresionante velocidad que llevaba, Robb salió prácticamente volando por los aires, antes de girar dos veces y caer ‘en seco’ en el pavimento.
Una vez que el Safety Car salió a poner las cosas en orden, y por supuesto, a auxiliar al piloto, el joven fue trasladado al hospital vía aérea. Según contó él mismo, al momento de salir del auto sintió un mareo excesivo, que dio como resultado un desmayo que duró varios minutos.
Sting Ray Robb terminó bastante magullado luego del impacto, pues de acuerdo a lo que cuenta, los cinturones y demás accesorios de seguridad hicieron su trabajo de manera perfecta, por lo que aún puede ver moretones en su cuerpo debido a la presión generada por el mismo.
Según indican los expertos, el impacto fue tan grande, que se calcula equivale a 109G, pero, ¿qué es una fuerza G?
La fuerza G es una medida que determina la aceleración producida por la gravedad sobre un objeto o individuo.
Este tipo de ‘resistencias’ son experimentadas de manera cotidiana cuando por ejemplo vamos en un auto. Si el coche acelera, frena o cambia de dirección, estaremos experimentando fuerzas G; entre más intempestivo sea el cambio, mayor será la fuerza G que estemos soportando.
A tan solo días de este terrible accidente, Sting Ray Robb se encuentra listo para la siguiente carrera de IndyCar que se llevará a cabo en Toronto, demostrando una vez más que los pilotos sí son atletas de alto rendimiento; ¡sin duda una historia impresionante!