Una fuga de gasolina en carretera representa una situación de alto riesgo tanto para el conductor como para los demás usuarios de la vía. Dicho combustible es un líquido altamente inflamable, y cualquier chispa o contacto con una superficie caliente puede provocar un incendio o explosión. Por ello, saber cómo actuar con rapidez y precaución puede marcar la diferencia entre un incidente controlado y una tragedia.
El primer paso ante una fuga de combustible es detener el auto de inmediato en un lugar seguro, lejos del tráfico y de fuentes de calor. Se recomienda apagar el motor, las luces y cualquier dispositivo eléctrico para evitar una posible ignición. Una vez detenido, es fundamental evacuar el vehículo y asegurarse de que todos los ocupantes se alejen a una distancia prudente, preferentemente a más de 30 metros.
A continuación, el conductor debe identificar el origen de la fuga, siempre sin acercarse demasiado ni intentar repararla por cuenta propia si hay presencia de vapores fuertes o goteo activo. En la mayoría de los casos, la fuga puede provenir del tanque, de una manguera rota o del sistema de inyección. Si el auto continúa perdiendo gasolina, lo más seguro es no intentar encenderlo nuevamente bajo ninguna circunstancia.
El siguiente paso es contactar a los servicios de emergencia o asistencia vial. En México, el número 911 puede canalizar el reporte a Protección Civil o al cuerpo de bomberos más cercano. En autopistas federales, también se puede solicitar apoyo a la Guardia Nacional División Caminos o a los servicios de auxilio mecánico como Ángeles Verdes. Mientras se espera ayuda, se debe colocar el triángulo de seguridad a una distancia adecuada para alertar a otros conductores y evitar accidentes.
Cosas que no debes hacer si tu auto presenta una fuga de gasolina
En ningún caso se debe fumar, utilizar herramientas metálicas que generen chispas o manipular el combustible derramado. Si el derrame es considerable, conviene mantener la zona despejada y advertir a otros autos del peligro.
Finalmente, una vez controlada la situación, el vehículo debe ser revisado por un mecánico especializado antes de volver a circular. Las fugas de gasolina pueden deberse a mangueras envejecidas, conexiones flojas o daños en el tanque, y requieren atención inmediata. Actuar con calma, precaución y conocimiento es esencial para proteger la vida y evitar daños mayores en la carretera.
