En la industria automotriz pocas veces un solo modelo basta para cambiar el destino de una empresa, pero existen casos donde un vehículo llegó en el momento preciso y evitó que una marca desapareciera. Tal es el caso de estos cinco modelos destacados que, en momentos decisivos, representaron la salvación para sus fabricantes.
Primero está el Aston Martin DB7. A principios de los años noventa, la icónica marca británica estaba desorientada, con su identidad difusa y sin un modelo que conectara con una nueva generación de clientes. Gracias a la colaboración con la Ford Motor Company y los diseñadores que adaptaron una plataforma existente de la Jaguar, el DB7 se convirtió en un éxito instantáneo. Con él, Aston Martin logró reafirmar su posición como fabricante de deportivos de lujo, revitalizando su imagen y evitando el cierre.

Luego se encuentra el Bentley Continental GT. A finales de los noventa, la marca inglesa estaba en declive, con producción mínima y sin futuro claro. Tras la adquisición por parte de la Volkswagen AG en 1998, se inyectaron recursos significativos y el Continental GT de 2003 marcó el inicio de una nueva era. Con este modelo, Bentley dejó de estar en riesgo de desaparición y pasó a ser un rival serio en el segmento del lujo.
El tercer caso es el Porsche Boxster. En la década de los noventa, la legendaria marca alemana estaba al borde de la quiebra con ventas muy bajas y costos de producción inflados. Con el Boxster, se apostó por un modelo de acceso más asequible que el 911, con ingeniería más eficiente y menores costes de manufactura. El éxito de ese roadster permitió a Porsche obtener los fondos necesarios para seguir desarrollando modelos y regresar al crecimiento sostenible.
Modelos de auto que no son de lujo y rescataron a su compañía
El cuarto protagonista es el Volkswagen Golf. En los años setenta, la propia Volkswagen enfrentaba una crisis al depender del viejo Beetle y perder relevancia frente a los nuevos modelos subcompactos. Con la introducción del Golf MKI, de plataforma delantera y motor actualizado, Volkswagen encontró un gran éxito de ventas que le permitió evitar una crisis mayor y asentarse como uno de los fabricantes globales clave.
Finalmente, el quinto modelo es el Volvo XC90. La marca sueca carecía de un SUV competitivo a principios de los 2000 y estaba atrapada en un catálogo de sedanes y camionetas que perdían interés. Con el XC90, primero bajo la tutela de Ford Motor Company y luego tras la compra por la china Geely Automobile Holdings Limited, Volvo logró no solo ingresar con éxito al mercado de los SUV de lujo, sino generar ganancias estables y construir nuevas plataformas para el futuro.