Los autos con motor turbo se han popularizado en los últimos años gracias a su capacidad para ofrecer mayor potencia con motores de menor cilindrada, prometiendo eficiencia y rendimiento bajo condiciones adecuadas. Sin embargo, aunque en carretera suelen demostrar un consumo favorable, en ciudad ocurre con frecuencia lo contrario, pues gastan más gasolina que los motores tradicionales.
Un motor turbo funciona comprimiendo el aire que entra en los cilindros, permitiendo quemar más combustible y producir mayor potencia. En condiciones de velocidad constante y cargas ligeras, como en carretera o avenidas fluidas, opera con baja presión y el consumo se mantiene controlado. No obstante, en el tráfico citadino predominan las constantes aceleraciones, cambios de velocidad y arranques desde cero, situaciones que obligan al turbo a “entrar en acción” para entregar la fuerza necesaria.
Cada vez que el conductor pisa el acelerador con intensidad, la presión del turbo aumenta y el motor demanda más gasolina para producir la potencia requerida. Esta activación frecuente se traduce en un consumo más elevado, especialmente en trayectos cortos donde no hay oportunidad de mantener una velocidad estable. Además, cuando el turbo entra en función, la unidad de control del motor modifica la mezcla aire-combustible para maximizar el rendimiento, lo que incrementa aún más el gasto energético.
A este fenómeno se suman otros factores propios del manejo citadino, como los arranques en pendientes, el uso del aire acondicionado a baja velocidad y el peso adicional del tráfico detenido, que obligan al motor a trabajar más en momentos donde su eficiencia es menor. El resultado es que, en muchos casos, un auto turbo puede terminar consumiendo más gasolina que un motor atmosférico de mayor cilindrada bajo el mismo uso en ciudad.
¿Cómo cuidar el consumo de gasolina de un auto con motor turbo?
Esto no significa que los motores turbo sean ineficientes, sino que su verdadero beneficio aparece con manejo suave y condiciones de flujo constante. Para reducir el consumo de gasolina al conducir en ciudad, se recomienda arrancar con aceleración progresiva, evitar frenados y aceleraciones bruscas, usar el modo Eco cuando esté disponible y planear rutas con menos congestión.
