Aunque muchas personas lo desconocen, la gasolina sí caduca. Si bien no tiene una fecha de vencimiento impresa como otros productos, su calidad y propiedades químicas se degradan con el paso del tiempo, especialmente cuando permanece almacenada en el tanque de un auto que no se utiliza durante semanas o meses. Este proceso puede generar problemas mecánicos y afectar el desempeño del motor.
En condiciones normales, la gasolina puede conservarse en buen estado entre tres y seis meses. Después de ese periodo, comienza a perder volatilidad, es decir, su capacidad para evaporarse correctamente y generar una combustión eficiente. Esto ocurre porque los componentes más ligeros del combustible se evaporan y otros se oxidan al entrar en contacto con el aire. En los autos modernos, este fenómeno puede provocar dificultades de arranque, tironeos, pérdida de potencia y aumento en las emisiones contaminantes.
Riesgos de dejar un auto parado por mucho tiempo
Cuando un auto permanece parado por mucho tiempo con gasolina en el tanque, el problema puede agravarse. Cuando se degrada tiende a formar residuos y barnices que se adhieren a componentes clave del sistema de combustible, como los inyectores, la bomba de gasolina y las válvulas. En casos más severos, estos residuos pueden obstruir conductos y generar reparaciones costosas. Además, dicha sustancia suele contener etanol, un aditivo que absorbe humedad, lo que puede provocar corrosión interna si el vehículo no se utiliza con regularidad.
Otro riesgo de dejar un auto detenido por largos periodos es que la gasolina vieja pierda su capacidad de encendido uniforme, lo que afecta la combustión y obliga al motor a trabajar de forma irregular. Esto no solo reduce la eficiencia del combustible, sino que también puede dañar sensores y el convertidor catalítico si se producen fallos constantes de combustión.
Para evitar estos problemas, los especialistas recomiendan encender y mover el vehículo al menos una vez por semana, incluso si no se usa de forma habitual. También es aconsejable mantener el tanque relativamente lleno cuando el auto va a permanecer detenido, ya que esto reduce la cantidad de aire en su interior y ralentiza la oxidación del combustible. Si estará parado varios meses, puede ser útil emplear estabilizadores de gasolina, productos diseñados para prolongar la vida útil del combustible.
