El alcoholímetro es un instrumento utilizado por las autoridades de tránsito para detectar y medir el consumo de alcohol en los conductores. Su objetivo principal es prevenir accidentes viales, ya que el alcohol afecta de forma directa la capacidad de reacción, la coordinación y la toma de decisiones al volante. Aunque su uso es común en operativos de seguridad vial, no todos los conductores conocen con precisión cómo funciona ni qué es lo que realmente mide.
Su funcionamiento se basa en un principio sencillo, cuando una persona consume bebidas alcohólicas, el alcohol etílico pasa al torrente sanguíneo y una parte se elimina a través de la respiración. Al soplar en el dispositivo, el aire exhalado contiene una concentración de alcohol proporcional a la que existe en la sangre. El alcoholímetro analiza ese aire y calcula un valor estimado del nivel de alcohol en el organismo.
Hay dos tipos principales de alcoholímetros, el primero es el de prueba preliminar, comúnmente portátil, que se utiliza en revisiones rápidas en la vía pública. Este dispositivo ofrece un resultado inmediato y orientativo. El segundo es el evidencial, que suele encontrarse en módulos o unidades especializadas y cuenta con mayor precisión. Sus resultados tienen validez legal y pueden usarse como prueba en procedimientos administrativos o judiciales.
En cuanto a lo que mide realmente, el alcoholímetro no detecta directamente cuántas bebidas alcohólicas ha ingerido una persona. Lo que mide es la concentración de alcohol en el aire exhalado, expresada generalmente en miligramos de alcohol por litro de aire (mg/L). A partir de esta cifra, se establece una equivalencia con el nivel de alcohol en la sangre, conocido como alcoholemia.
¿Cuál es el límite permitido en las pruebas del alcoholímetro?
En México, los límites permitidos varían según la entidad federativa y el tipo de conductor. En muchos estados, el límite para conductores particulares es de hasta 0.40 mg/L de alcohol en aire exhalado, mientras que para conductores de transporte público o de carga el límite suele ser cero. Rebasar estos valores puede implicar sanciones como multas, arresto administrativo, retiro de puntos o incluso la remisión del vehículo al corralón.
Cabe destacar que diversos factores pueden influir en el resultado, como el tiempo transcurrido desde la última bebida, el metabolismo de cada persona, el peso corporal y si se ha consumido alcohol con o sin alimentos. Sin embargo, los dispositivos están calibrados para ofrecer mediciones confiables dentro de los márgenes establecidos por la normativa.
