El mantenimiento preventivo de un vehículo no solo es clave para prolongar su vida útil y garantizar la seguridad al conducir, sino que también tiene un impacto directo en el consumo de gasolina a largo plazo. Muchos automovilistas subestiman esta relación y suelen asociar el ahorro de combustible únicamente con el estilo de manejo o el tipo de motor, cuando en realidad el estado mecánico del auto es un factor determinante.
Un motor correctamente afinado, con bujías en buen estado y filtros limpios, quema el combustible de forma más eficiente. Cuando las bujías están desgastadas o el filtro de aire está sucio, la combustión se vuelve irregular y el motor requiere más gasolina para generar la misma potencia, lo que incrementa el consumo de forma gradual pero constante.

El sistema de lubricación también juega un papel relevante. Cambiar el aceite en los intervalos recomendados reduce la fricción interna del motor. Un aceite viejo o inadecuado obliga al motor a trabajar con mayor esfuerzo, lo que se traduce en un mayor gasto de combustible. A largo plazo, este desgaste adicional no solo impacta en el consumo, sino que puede derivar en reparaciones costosas.
Otro aspecto clave es la presión y el estado de las llantas. Llantas con baja presión aumentan la resistencia al rodamiento, lo que obliga al motor a gastar más gasolina para mover el auto. Mantenerlas infladas conforme a las especificaciones del fabricante puede representar un ahorro significativo de combustible a lo largo del año, especialmente para quienes utilizan el carro de manera diaria.
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El mantenimiento preventivo también incluye la revisión del sistema de inyección y del escape. Inyectores sucios o sensores defectuosos pueden provocar una mezcla incorrecta de aire y gasolina, incrementando el consumo y las emisiones contaminantes. Detectar y corregir estos problemas a tiempo evita que el gasto de combustible se dispare de manera silenciosa.
Desde una perspectiva económica, invertir en mantenimiento preventivo resulta más barato que enfrentar un mayor consumo de gasolina durante años. Aunque las revisiones periódicas representan un gasto inmediato, el ahorro acumulado en combustible y la reducción de fallas mayores compensan ampliamente esa inversión inicial.