Conocer cómo leer las etiquetas de las llantas puede ayudarte a tomar decisiones más informadas al momento de reemplazarlas o verificar su estado. Aunque a simple vista parecen una serie de letras y números sin sentido, cada símbolo tiene un significado clave relacionado con el rendimiento, tamaño y seguridad del neumático.
Uno de los datos principales en una llanta es su medida, que suele aparecer en un formato como “205/55 R16 91V”. El primer número, 205, indica la anchura en milímetros. El segundo, 55, es el perfil o la relación entre la altura del costado y el ancho del neumático, expresado como porcentaje. La letra “R” significa que la llanta es de construcción radial, que es el tipo más común actualmente. El número 16 indica el diámetro del rin, en pulgadas.
A continuación, se encuentra el índice de carga, en este ejemplo, 91, que representa el peso máximo que puede soportar una llanta. Según Continental, en tablas de referencia, el número 91 equivale a 615 kg por neumático. Junto a él está la letra de velocidad, en este caso “V”, que indica la velocidad máxima a la que se puede circular sin comprometer la seguridad. La letra V, por ejemplo, equivale a 240 km/h.

De acuerdo con Goodyear, otro elemento importante es el DOT, un código alfanumérico que revela la fecha y lugar de fabricación. Los últimos cuatro dígitos muestran la semana y el año de producción. Por ejemplo, “1822” significa que la llanta fue fabricada en la semana 18 del año 2022. Esto es fundamental, ya que se recomienda no usar neumáticos con más de 5 a 6 años de antigüedad, aunque no hayan sido desgastados completamente.
Datos adicionales que debes saber de la etiqueta de una llanta
Además, algunas llantas muestran etiquetas adicionales como el UTQG, que evalúa tres aspectos: durabilidad (treadwear), tracción (traction) y temperatura (temperature). Estas calificaciones permiten comparar el desempeño entre diferentes modelos de neumáticos.
Saber interpretar estos códigos no solo te ayuda a elegir la llanta correcta para tu vehículo, sino que también es clave para tu seguridad y la eficiencia del auto. Revisarlas con regularidad te permite anticipar posibles riesgos y extender la vida útil de los neumáticos.