Tener un accidente automovilístico sin contar con un seguro puede ser una situación muy estresante y complicada, tanto legal como económicamente. En México, el seguro de responsabilidad civil es obligatorio para circular en vías federales, por lo que no contar con uno podría acarrear multas y otras consecuencias legales.
Lo primero es asegurarte de que tú, tus acompañantes y los involucrados estén bien. Si alguien presenta lesiones, llama inmediatamente a los servicios de emergencia (911). Proporciona datos precisos sobre la ubicación y el número de personas afectadas.
No huyas del lugar del accidente, abandonar la escena puede ser considerado un delito, especialmente si hay daños a terceros o lesiones. Quédate en el lugar, aunque no tengas seguro, y coopera con las autoridades.
Es importante reportar el accidente para que se genere un parte oficial. Este documento servirá como respaldo en cualquier negociación, juicio o trámite posterior. Proporciona información veraz y detallada.

De acuerdo con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), si el otro conductor tiene seguro, es probable que su aseguradora se encargue de los daños y luego busque la manera de recuperar el dinero contigo. En este punto puedes negociar directamente, aunque se recomienda ser cauteloso y evitar admitir culpas sin asesoría legal.
Puedes llegar a un acuerdo para pagar los daños sin necesidad de juicio, pero es indispensable dejar todo por escrito y, de ser posible, firmar ante un mediador o en presencia de la autoridad para darle validez legal.
¿Qué ocurre si no pago los daños del accidente?
Si no tienes seguro, tú tendrás que cubrir los daños materiales, médicos y cualquier otro gasto derivado del accidente. Si los costos son elevados y no puedes pagarlos de inmediato, podrías enfrentarte a demandas o embargos.
Aunque ya ocurrió el siniestro, contratar un seguro de auto te protegerá en futuras eventualidades. Existen opciones económicas que cubren lo básico, como la responsabilidad civil.