El regreso a clases en la Ciudad de México representa un reto tanto para las autoridades como para los padres automovilistas, quienes deben enfrentarse a vialidades congestionadas y situaciones de riesgo al dejar o recoger a sus hijos en la escuela. Adoptar medidas de seguridad y planear con anticipación los traslados puede reducir el estrés, evitar accidentes y contribuir a una movilidad más eficiente.
Uno de los principales consejos es planificar la ruta con anticipación. Antes de salir de casa, los padres deben revisar aplicaciones de tráfico en tiempo real para identificar posibles congestiones o cierres de calles, y así optar por rutas alternas. Esto no solo ahorra tiempo, sino que también disminuye el riesgo de accidentes al evitar zonas congestionadas o peligrosas.

El uso correcto de los carriles de entrada y salida de escuelas es fundamental. Muchos centros educativos cuentan con zonas de ascenso y descenso de manera ordenada; es importante respetarlas y no detenerse en lugares prohibidos, ya que esto puede entorpecer el flujo vehicular y poner en riesgo a otros niños.
Asimismo, se recomienda evitar distracciones al volante. Los padres deben concentrarse en la conducción y no en el teléfono móvil, radio o conversaciones intensas, especialmente en zonas escolares. Un momento de distracción puede generar accidentes que podrían haberse evitado con atención plena.
Las reglas ayudarán a evitar contratiempos
Otro punto clave es respetar los límites de velocidad y señales de tránsito, incluso si se tiene prisa. Las zonas escolares suelen estar señalizadas con límites más bajos para proteger a los niños, y excederlos incrementa el riesgo de atropellos. Los padres también deben enseñar a sus hijos a subir y bajar del auto de manera segura, indicando que lo hagan por la acera y nunca por la calle.
La Secretaría de Movilidad de la CDMX sugiere coordinarse con otros padres para compartir vehículos o turnarse en los horarios de llegada y salida, reduciendo la cantidad de autos alrededor de la escuela. Esto no solo mejora la seguridad vial, sino que también disminuye la contaminación y la congestión.
Finalmente, mantener la paciencia y la cortesía es indispensable. Respetar a otros conductores, peatones y personal escolar ayuda a crear un ambiente más seguro para todos y promueve hábitos de conducción responsables. Con estas medidas, los padres automovilistas pueden garantizar un traslado seguro y eficiente de sus hijos en cada regreso a clases.