En la actualidad, los vidrios polarizados se han convertido en una de las medidas de seguridad más populares entre automovilistas en México. Además de reducir el calor y proteger del sol, muchos conductores optan por este tipo de aditamentos con la idea de que brindan mayor seguridad frente a intentos de robo. Sin embargo, su efectividad real contra la delincuencia es un tema que genera debate entre expertos en seguridad vial.
En primera instancia, los vidrios polarizados ofrecen un beneficio disuasivo: al oscurecer el interior del vehículo, reducen la visibilidad de objetos de valor como bolsas, laptops o teléfonos móviles. Esto puede disminuir el interés de delincuentes que suelen aprovechar semáforos o congestionamientos para realizar robos exprés. En ese sentido, sí funcionan como una primera barrera psicológica.

No obstante, es importante señalar que los polarizados no refuerzan la resistencia del vidrio. Es decir, en caso de que un delincuente decida romper la ventana, el polarizado no impedirá que el cristal ceda al impacto. A diferencia de los vidrios de seguridad laminados, que sí cuentan con capas plásticas para evitar que se astillen, las películas polarizadas comunes solo ofrecen una mínima retención de fragmentos, pero no garantizan que el cristal resista un golpe fuerte, según Guardian Glass.
Diferentes tipos de vidrios polarizados
Algunas empresas de seguridad automotriz ofrecen películas especializadas conocidas como polarizados de seguridad, las cuales combinan la función de reducir la visibilidad con láminas de alta resistencia. Estas sí pueden retardar la entrada de un ladrón al vehículo, aunque no lo impiden por completo. En este caso, el tiempo adicional que tarda el cristal en romperse puede ser suficiente para que la víctima reaccione o para que el delincuente desista.
En México, además, existe una regulación respecto a la tonalidad de los polarizados. La Norma Oficial Mexicana y el Reglamento de Tránsito de la CDMX especifican que el parabrisas y las ventanas delanteras deben permitir la visibilidad hacia el interior, con el fin de facilitar el trabajo de las autoridades y evitar que los vehículos sean utilizados para actividades ilícitas. Por ello, no todos los niveles de polarizado están permitidos.