Los autos y el rock han sido quizás dos de las grandes invenciones americanas. La correlación de ambas partes, y los puentes de comunicación que se han tendido a lo largo de las décadas entre ambos mundos serían suficientes para una enciclopedia.
Sin embargo, todos tenemos una canción de rock favorita para ir manejando, y nos sabemos de memoria letras como “Riders on the Storm”, de los Doors.
Por eso pensamos que vale la pena analizar de forma puntual (aunque no exhaustiva) el universo que han creado los autos y el rock.
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Breve historia del rock
En primer lugar, el rock es un término relativamente nuevo, aunque en la música tuvo sus vestigios desde el siglo XIX, en el blues afroamericano.
Particularmente el Blues del Delta (conocido así por la procedencia de sus artistas, todos de la región delta del río Mississippi: entre los estados de Tennessee, Arkansas y Louisiana) que tuvo una influencia fuertísima sobre lo que conocemos como rock and roll y rock.
Algunos personajes clave fueron el mítico Robert Johnson, Elmore James, Son House, y John Lee Hooker.
Este tipo de música combinaba las resonancias pasionales y entristecidas del blues de las plantaciones, con ritmos sincopados y casi siempre dentro de la escala musical pentatónica menor, con la famosa cuarta aumentada o la quinta disminuida, conocida como la blue note, o la nota triste.
Este tipo de blues surgido en 1920 tenía en la guitarra acústica y la armónica su principal fuerza melódica, y tuvo un auge muy importante antes de la Segunda Guerra Mundial.
El Blues del Delta fue, además, la principal influencia del Blues de Chicago, surgido en ese estado después de la primera Migración Afroamericana, hacia 1940.
El Blues de Chicago fue el responsable de añadir instrumentaciones eléctricas (guitarra y bajo) y escalas melódicas de acordes mayores que le daban a la música más espacio a la improvisación.
John Lee Hooker, el padre máximo del rock and roll, fue uno de los principales exponentes del Blues de Chicago. Él, junto con Willie Dixon y Muddy Waters, fueron las más grandes influencias para bandas como Led Zeppelin o The Doors.
Por otro lado, en la mezcla que vio nacer al rock and roll (alrededor de 1950) también hubo influencias muy poderosas del gospel, del jazz, del rhythm and blues y del country, ritmos que fueron la base de la música popular estadounidense durante la primera mitad del siglo XX.
Breve historia de los autos en EU
Por otro lado, en esta primera mitad de siglo, también se consolidó la industria automotriz estadounidense. Hasta antes de la Segunda Guerra Mundial, la producción de acero era la industria más grande de Estados Unidos.
Lo que impulsó a compañías como la Jordan Motor Car Company o la Baker Motor Vehicle Company, que precedieron al auge de las Big Three de Detroit: Ford, Chrysler y General Motors.
Desde muy temprano, los autos en Estados Unidos se convirtieron en símbolos de estatus social, de poder y de autoridad de carácter. Esta relación simbólica es patente en obras cumbres de la literatura de EU, como El Gran Gatsby (1925).
En esta novela los autos son símbolos que añaden hondura a los personajes, además de ser parte fundamental de la trama.
Más adelante, hacia el inicio de la segunda guerra, iniciada formalmente en diciembre de 1941, todas las plantas de producción automotriz en EU se convirtieron en fábricas de guerra que producían tanques, camionetas y vehículos de uso bélico exclusivo.
Cuando la guerra terminó y toda la economía de EU se reconfiguró, los largos años de producción bélica culminaron en grandes invenciones como el motor V8, producido por General Motors hacía 1950, y un largo linaje de grandes autos americanos cuyo epítome fueron modelos como Cadillac Eldorado, el Chevrolet Impala, o el Ford Thunderbird.
Esta gama de autos de la postguerra se puede apreciar en otra de las máximas novelas de los Estados Unidos, cuya generación conocida como Beat tuvo una prolongada influencia sobre el rock y la generación hippie de los 70: En el camino, de Jack Kerouac, publicada en 1957.
La novela narra una serie de viajes que Kerouac realizó con Neil Cassady en autos robados a varios puntos del país, e incluso México. El personaje de Cassady se dedicaba a robar autos y a manejarlos hasta que quedaran inservibles.
La novela inaugura el road trip (viaje por carretera) como género de ficción y constituyó un verdadero estandarte para el movimiento hippie; además de que fue uno de los más grandes homenajes literarios a los autos.
Como decíamos, uno de los modelos centrales del libro es el Hudson Commodore de 1949, uno de los primeros en producirse después de la segunda guerra. En el libro también aparece un Cadillac Limousine de 1947.
El rock nació dentro de un Oldsmobile
Esta noción de viajar por carretera se tradujo al rock and roll de forma tan natural, que prácticamente el rock nació dentro de un auto: con la canción “Rocket 88”, de Jackie Brenston y sus Delta Cats.
Esta canción es considerada como la primera canción de rock and roll de la historia; y la letra no es otra cosa que una serie de loas al Oldsmobile ‘Rocket’, precursor de los muscle cars que se convirtieron en la firma del estilo chicano en los 60, y auténticos símbolos del hip hop hacia los 90.
En la letra podemos escuchar:
“V-8 motor and this modern design/ Black convertible top and the gals don't mind/ Sportin' with me, ridin' all around town for joy/ Blow your horn, baby, blow”.
Este auto es especialmente importante, ya que catapultó a Oldsmobile a la cabeza de la Nascar Series, y se convirtió en un auto clásico de carreras.
De ahí en adelante, podemos decir que cada artista de rock que ha pisado la tierra ha hecho una canción cuyas escenas suceden dentro de un auto, o una canción para escuchar manejando. La lista es interminable, pero aquí te dejamos cinco de las más representativas.
5 canciones definitivas de los autos y el rock
“No particular Place to Go”, Chuck Berry, 1964.
John Lennon dijo que si el rock and roll tuviera otro nombre, ese sería el de Chuck Berry. Por muchos considerado el primer gran artista del rock and roll, uno de sus más grandes éxitos es esta canción que narra las emociones de alguien que se sale a manejar sin rumbo establecido.
La palabra ‘automóvil’ aparece en el primer verso y todo sucede dentro de la cabina de un auto.
“Drive My Car”, The Beatles, 1965
La banda de rock más grande de la historia. El mayor exponente de la British Invasion. Es otra clásica canción que tiene al auto como su principal personaje.
Trata sobre una chica que quiere ser famosa, y para enamorarla, un joven la deja manejar su auto porque él mismo no tarda en llegar al estrellato.
“Road House Blues”, The Doors, 1970
Uno de los grandes éxitos de la banda, desprendido de su quinto álbum de estudio Morrison Hotel.
Una clara muestra de la influencia poderosa del Blues de Chicago sobre el rock moderno, que perdió su sufijo “and roll” con la llegada de las bandas británicas en los 60.
La rola inicia con los versos que dicen: clava tus ojos en el camino, tus manos al volante, iremos a la casa en la carretera. El amor de Jim Morrison por los autos quedó evidenciado en el documental When You're Strange de 2009, dirigido por Tom DiCillo, donde se puede ver al mítico vocalista manejando un Ford Mustang Shelby GT 500 de 1967.
“Low Rider”, War, 1975
Uno de los más grandes clásicos de la banda y una de las canciones más sampleadas en la historia.
Es un auténtico homenaje al estilo chicano que modificó a los muscle cars para convertirlos en lowriders, autos capaces de rebotar al ritmo de la música gracias a sus rines y a su suspensión.
En el video podemos ver a Charles Miller manejando un Chevrolet Bomb de 1948.
“The Passenger”, Iggy Pop, 1977
El abuelito del punk y del metal no podía faltar en esta lista: originario de nada menos que de Michigan (el estado productor de autos más grande e importante de EU) marcó por completo la historia del rock con su álbum Lust for Life, del cual se desprende esta canción.
Constituye la descripción del espíritu beat que disfruta de salir a manejar sin rumbo fijo. En la canción, una voz dice manejar un auto sin rumbo, pero también dice ser un pasajero de la vida. Ser pasajero en el más amplio sentido de la palabra.