En la década de 1980 la industria automotriz de Estados Unidos atravesaba momentos de seria dificultad, la llamada Big Three (Ford, Chrysler y General Motors), se encontraba perdiendo su nicho de mercado frente a competidores extranjeros y para 1989 apenas tenían el 63.8% del mercado, frente al 80% que habían tenido durante la década de los setenta. Esta caída también se reflejó en su producción, que cayó 12%, y en el número de empleos que perdió: cerca de 50,000.
Los responsables del declive de la Big Three Americana fueron los japoneses quienes años atrás habían ingresado al mercado estadounidense con marcas como Datsun y Toyota para ofrecer autos discretos, divertidos y con bajos consumos de combustible. Vehículos que Ford, Chrysler y General Motors se negaban a producir.
De modo que para los años 90, los japoneses decidieron tomar el mercado de EU de una vez por todas, y lo harían de tres formas: produciendo en suelo estadounidense, reduciendo costos de producción y exportación, y cautivando al mercado más jóven con modelos de lujo. A este momento se le conoció como la era de los “trasplantes”: plantas de autos asiáticos que se producían en suelo americano, para evitar un impuesto conocido como VER, o Voluntary Export Restraint Agreement, creado en los 70 por el entonces presidente Ronald Reagan.
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Estos “trasplantes” representaban menos del 1% del mercado hacia 1983, pero para 1989, habían crecido hasta el 8% con cerca de 2.2 millones de autos introducidos en las calles.
Al producir en suelo americano, los japoneses consiguieron ahorrar cerca de $200 dólares por auto ensamblado; comparado con los autos fabricados en Japón que se exportaban a EU. Ese atractivo llevó a las principales compañías asiáticas (Honda, Toyota, Nissan) a incrementar sus inversiones en “trasplantes” y para 1993 tenían cerca de 3.1 millones de autos vendidos en todo EU.
La Divina Trinidad Automotriz del hip hop
Al iniciar la década de los 90 muchas cosas habían cambiado en la cultura y la economía estadounidense. Los consumidores y los principales motores económicos yacían ahora en una nueva generación, que veía en los autos japoneses una promesa de modernidad, tecnología y sofisticación, que los viejos modelos de Detroit ya no encarnaban.
De modo que no sorprende que el gusto de los raperos de los 90 hubiera cambiado, especialmente en Nueva York, donde los modelos de lujo japoneses eran los nuevos reyes del asfalto.
En este sentido, el boom comercial de Infiniti, marca de lujo de Nissan; Lexus, marca de lujo de Toyota; y Acura, marca de lujo de Honda marcaría al nacimiento de la Divina Trinidad Automotriz del hip hop con 3 modelos clave: Infiniti Q45, Lexus SC Coupé, y Acura Legend. Tres autos que, por mucho, son los más mencionados y laureados por los principales raperos de la época.
A través de estas firmas de lujo, las Big Three Asiáticas pudieron tomar el mercado estadounidense por los cabellos y ganarse el amor de raperos como Nas, Biggie y Havoc.
Lexus en las letras del rap de la East Coast
- “Survival of the fittest”, Mobb Deep, 1995
The Infamous es uno de los álbumes más icónicos de la Golden Era del hip hop, y del hardcore rap de la costa este. Havoc y Prodigy pudieron pintar una fiel y estremecedora crónica de la vida en el ghetto, y los famosos housing projects que reinaron la infraestructura urbana de Nueva York de aquellos años.
En “Survival of the fittest” podemos encontrar una de las primeras menciones al Lexus.
“Pushin' a Lex, now I'm set, ready to jet/ No matter how much loot I get/ I'm stayin' in the projects forever”.
Las menciones a este vehículo, específicamente a los Lexus SC 300 y Lexus SC 400, permean una gran cantidad de artistas y álbumes. Incluso podemos ver a Nas manejando uno en el video de “The World is Yours”.
Christopher Wallace a.k.a Biggie Smalls también lo menciona en “Big Poppa”: “Jump in the GS3/ I got the Chronic by the tree”; e incluso Snoop Dogg lo menciona en “The Shiznit”.
Acura en las letras del rap de la East Coast
- “Health, Wealth, Self”, KRS One, 1995
KRS One, el sumo sacerdote del hip hop menciona al Acura en una de sus canciones más emblemáticas. Aquí reflexiona sobre el verdadero quehacer del artista del hip hop y da cinco lecciones a los nuevos talentos.
En sus rimas podemos entrever cómo el auto como modelo aspiracional se está agotando, y deja de ser un habilitador de status.
“They'll be cruisin, in the Acura/ Slow down! You're still amateur/ What separates the pro from the amateur is stamina”.
Menciones al Acura Legend también podemos encontrarlas en “Juicy”, de Biggie:
“Thinking’ back on my one-room shack/ now my mom pimps an Ac’, with minks on her back”.
Y también en “Jazz (We’ve got) de A Tribe Called Quest: “boom it in your boom/ boom it in your Jeep/ Or your Honda or your Beemer, or your Legend or your Benz”.
Infiniti en las letras del rap de la East Coast
- “If I Ruled the World”, Nas, 1996
Finalmente, la divina trinidad de los autos del hip hop en los noventa, se completa con el Infiniti Q45.
En el corte de Nas “If I Ruled the World”, de su disco It Was Written, podemos escuchar una de las más famosas menciones a este modelo:
“Sky is the limit/ I push the Q45 Infinite”.
Pero también podemos escucharla en Biggie en “Unbelievable”: “Breeze through in the Q45 by my side/ lyrical high and those that rushes my clothes get put on crutches”.
Lo que destaca de todas estas menciones, es que los autos han dejado de ser modelos aspiracionales, o habilitadores de status.
Por muy lujosos, los Lexus, Acura o Infiniti ya no representan poderío económico-social, sino que ahora se ubican como símbolos identitarios.
Los autos que manejan los raperos son extensiones de su personalidad, y objetos, en el sentido más amplio de la palabra.
Las rimas de Mobb Deep “No matter how much loot I get/ I'm stayin' in the projects forever”, son extremadamente reveladoras: no importa cuántos motines acumulen, cuánta riqueza acumulen, estos raperos jamás saldrán de la pobreza, porque el ghetto ahora es el mundo.
La aparición del Mazda MPV
- “C.R.E.A.M.”, Wu Tang Clan, 1993
Otro de los modelos más representativos del hip hop de los años 90 fue la Mazda MPV, un modelo que introdujo la marca japonesa hacia 1988, como un vehículo de alto rendimiento.
La MPV fue uno de los modelos más vendidos de los 90, gracias a su eficiencia de combustible, que resultó decisivo para muchas familias que hicieron frente a la crisis de gasolinas de esos años.
Una de las menciones más famosas a esta minivan la encontramos en “C.R.E.A.M.” del Wu-Tang Clan:
“So I got with a sick-ass clique and went all out/ Catchin' keys from 'cross seas/ Rollin' in MPV's, every week we made 40 G's”.
Las rimas del Wu-Tang son reveladoras en varios aspectos. El modelo del auto como símbolo aspiracional se ha transformado en otra cosa.
Para el Wu-Tang, el auto sirve como un elemento más de la narración, por un lado; pero por el otro, la MPV tiene un sentido utilitario. No la utilizan para ostentar riqueza, ni para confirmar su estatus, sino porque en ese vehículo cabe toda la pandilla y la necesitan para culminar todos sus atracos: el auto se ha convertido en parte del clan.
Este sentido utilitario de la MPV de Mazda se encuentra hasta en su acrónimo: Multi Purpose Vehicle y las referencias en el hip hop están presentes en temas de Biggie Smalls, Big L, Fat Joe y DJ Premier que se hizo con uno de estos modelos durante una gira en Japón, e instaló dentro de él un sound system sin parangón entre los dj’s y productores de la época. La máxima expresión del auto como una herramienta.
Artistas como Questlove y los propios Wu-Tang Clan tocaban sus beats dentro de la Mazda MPV de DJ Premier como un modo de comprobar su potencia sonora, a tal grado, que se convirtió prácticamente en un estudio móvil y un punto de control de calidad para los raperos de la época.
La pasión por los muscle cars continúa en la Costa Oeste
Pero si en la costa Este, en Nueva York, los autos que dominaban el imaginario del hip hop eran los lujosos coupés y sedanes japoneses, en la costa Oeste, en Los Ángeles, eran los muscle cars los que continuaban como máximos reyes. Solo se introdujo una variación: los lowrider.
A estos vehículos, generalmente americanos, se les personalizaba la suspensión para que el carro quedara “chaparro” o “low” además se les modificaba el diámetro y diseño de las llantas para agregar rines con rayos tipo bicicleta conocidos como daytons y neumáticos de cara blanca para lograr una apariencia tipo gángster de los 50.
Los daytons eran un auténtico símbolo de poder y riqueza, además de gusto refinado. Circulaban en la cultura automovilística chicana desde los 50, pero fue en los 90 cuando llegaron al imaginario del hip hop con todo su poder.
En este sentido, para los raperos de la costa oeste, los viejos modelos americanos seguían teniendo un lugar especial: pero eran ahora personalizados para añadir ese extra de brillo y lujo. El cromo, en ese sentido, se convirtió en el nuevo “commodity” automotriz.
- “Let Me Ride”, Dr. Dre, 1992
Uno de los mejores ejemplos lo podemos encontrar en uno de los más grandes éxitos de Dr. Dre, “Let Me Ride”, sencillo del álbum The Chronic.
El álbum fue un auténtico suceso cultural, ya que sirvió como una especie de soundtrack a los disturbios de Los Ángeles de 1992.
En la canción aparecen las rimas: “Rollin' in my six-four/ What all the niggas sayin'?” como puente para el coro.
Las rimas hacen referencia, desde luego, al Chevrolet Impala de 1964, el muscle car y lowrider por excelencia. Es también una clara referencia a las rimas de Eazy E en sus días de N.W.A. y “Boys-n-the-Hood”.
- “Regulate”, Warren G, 1994
Otro ejemplo de este tipo de autos en el hip hop de la costa oeste lo encontramos en el sencillo “Regulate”, de Warren G en su disco del mismo nombre.
Aunque en las rimas no aparece referencia alguna a los muscle cars o lowriders, es en el video donde los encontramos.
En el metraje aparecen en toda su gloria un Buick Riviera de 1966, un Chevrolet Impala convertible de 1967, y un Cadillac Fleetwood de 1984.
Todos ejemplos de esos grandes autos americanos que dominaron el mercado automotriz en EU desde los 50 hasta los 80.
Tupac a bordo de un Mercedes SL500
- “Picture me rollin”, Tupac, 1996
Desde luego no todo eran grandes autos americanos en el hip hop de la costa oeste. Tupac tuvo mucho qué ver en cómo otro tipo de autos ingresaron al imaginario del hip hop ese lado de la costa.
En primera instancia por los autos que el propio Tupac manejaba, su auto de preferencia era el Mercedes SL500, que menciona en muchas de sus canciones, de forma particular en “Picture me Rolling”.
“Picture me rollin' in my 500 benz./ I got no love for these niggas/ There's no need to be friends”.
Este modelo de Mercedes Benz era uno de los más tecnológicos de la marca alemana que en los 90 luchaba por consolidar su mercado en Norteamérica.
Más adelante, Tupac ratifica su amor por los muscle cars y los nuevos modelos japoneses en las siguientes rimas:
“In front of black lexuses, chevies on the roam/ 96 big bodies sittin on chrome/ As we head up out the zone”.
Tupac, como ningún otro rapero, fue responsable de la consolidación del auto en el imaginario del hip hop. En casi todas sus canciones podemos encontrar una mención a uno. No hace falta subrayar que su muerte sucedió en otro modelo alemán de gran lujo, un BMW Serie 7.
- “Psyclones”, The Psycho Realm, 1997
Finalmente, otra de las grandes menciones a los lowriders la podemos encontrar en el disco debut de The Psycho Realm. En “Psyclones” encontramos las siguientes rimas:
“teams are spread out all over your city/ mobile with your lo lo on 520's and 560's/ guns and drugs are spread into your town”.
La referencia es clara a los daytons de los lowriders (lo lo). Los números 520 y 560 refieren a los rines cromados con acabado de rayos.
De forma específica, era el Chevrolet Impala de 1964 el que ostentaba con mayor frecuencia estas llantas especiales 520.
En resumen, para la década de los 90 los autos en el hip hop habían dejado de ser modelos aspiracionales para convertirse, por un lado, en extensiones de la identidad de los raperos; y por otro, en objetos con un sentido utilitario, casi siempre como habilitador del trabajo criminal.
La diferencia principal entre ambas costas radica en que, en Nueva York, los coupés japoneses eran los dominadores del imaginario. Mientras que en Los Ángeles eran los lowriders modificados. Lo que tenían en común era que en ambas costas comenzaban a ingresar nuevos modelos, más tecnológicos y modernos de Japón o Europa.
En ambas costas los MC´s comenzarían a manejar autos de marcas cada vez más extravagantes como de Jaguar, BMW, Mercedes Benz y Rolls Royce.
Esta apuesta por la tecnología y los modelos extranjeros sería el principal elemento que dominaría el universo del hip hop y los autos la siguiente década, ya en el nuevo milenio.