Los autos y el hip hop tienen una relación inquebrantable que abarca décadas. Pero como toda buena y duradera relación, ha cambiado con el tiempo.
Los autos y el hip hop no significan lo mismo para Migos y su “Hotel Lobby”, o Vince Staples y su “Magic”, que para Grandmaster Flash o Run DMC; o incluso para Kendrick Lamar.
El concepto del auto también es diferente de costa a costa y de género a género. Al principio, esta relación se dio como una simple rima; hoy, están presentes en videos y campañas publicitarias y como jugosos contratos multiaño entre raperos y marcas.
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Incluso un rapero como Will.I.Am es ahora embajador de Mercedes Benz y ha producido su propia versión de un Clase G.
Por eso, y para ofrecer una mirada panorámica a cómo se han relacionado los autos y el hip hop; qué ha significado esa relación para los artistas; y cómo ha cambiado con los años, armamos este artículo.
Sin embargo, analizar de forma pertinente esta relación excede por completo los límites de una sola publicación.
Por ello, hemos preparado toda una serie que iremos publicando de forma periódica. Nos detendremos en canciones, rimas, autos, y diferentes décadas.
Además tendremos una playlist asociada a estos artículos, así que guarda en marcadores esta página y mantente atento a nuestras redes sociales.
El génesis de los autos en el hip hop: un modelo aspiracional
El acero estadounidense era uno de los principales commodities de este país en los 50 y 60. Era de hecho su principal plataforma económica.
Esto empujó desde luego a las armadoras de autos que ya proliferaban en Michigan y sus alrededores.
En aquellos años, Michigan consolidó lo que se conoce como sus Big Three: sus tres más grandes compañías de manufactura de autos. Estas eran General Motors, Ford y Chrysler.
De esta manera, durante estas décadas, el auto fue un producto básicamente del mercado ‘viejo’, es decir el de los blancos acaudalados que se consolidaron después de la Segunda Guerra Mundial.
Los autos eran también símbolos de poder y lujo; en suma, parte esencial del carácter aspiracional de la cultura norteamericana de esos años.
Por otra parte, los 50 y principalmente los 60 fueron las décadas del Movimiento de los Derechos Civiles que, antes de llegar a los 70, tuvo sus días más oscuros con las muertes de sus principales líderes.
Eran años de agitación y revuelta, de cambios estructurales profundos: por un lado había toda una raigambre política que se consolidó después de la Guerra, por otro había un grupo de jóvenes con ideas de amor liberal y pacifismo, y por el otro el Movimiento de los Derechos Civiles.
Un dato interesante que hace pensar de qué manera la industria automotriz de Estados Unidos se había convertido en pilar absoluto de su Estado: el nombramiento de Robert McNamara, destacado ejecutivo de Ford, como secretario de Defensa en 1961, en plena Guerra de Vietnam.
El gobierno del presidente Kennedy pretendía replicar el éxito de Ford, que se había expandido sin medida en el mercado en aquellos años, en una guerra que parecía perdida de entrada y que causó muchos dolores de cabeza a los políticos de aquellos años.
Exactamente en este contexto es en el que nacieron los principales artistas del hip hop: en una sociedad quebrada, cundida de segregación y decadencia, sobre todo para sus habitantes latinos y afrodescendientes.
Pero para el hip hop, que todo lo interviene, el auto como símbolo de aspiración no estaba más allá de sus fronteras.
Rappers Delight, Sugarhill Gang,1979
Así se dio el primer encuentro entre los autos y el hip hop: en las rimas de sus primeros sencillos y hits se encontraba el auto como símbolo de propiedad, y como habilitador del ‘status’ del rapero.
“Rappers Delight”, de la Sugarhill Gang, fue uno de esos primeros hits del rap: una clase de hijo pródigo y al mismo tiempo hijo bastardo del hip hop que se venía practicando en fiestas callejeras muy lejos de las mieles del éxito comercial.
Sea como fuere, “Rappers Delight” es el primer encuentro de los autos con el hip hop. En sus rimas iniciales nos encontramos el génesis, así:
“I got bodyguards, I got two big cars, that definitely ain't the whack/I got a Lincoln Continental and a sunroof Cadillac”.
Como vemos, el hecho de tener los ‘grandes autos’, el Lincoln y el Cadillac son significativo del status del que rapea, de alguna forma justifica la alta posición que ostenta, y de la cual habla en las siguientes rimas.
“Hear me talking 'bout checkbooks, credit cards, more money than a sucker could ever spend. But I wouldn't give a sucker or a bum from the Rucker, not a dime 'til I made it again”.
The Breaks, Kurtis Blow, 1980
Una de las canciones más importantes en la historia del hip hop. Se trata del primer sencillo en la historia en conseguir disco de oro. De igual forma Kurtis Blow, fue el primer rapero en firmar con una compañía multinacional: Mercury.
Esta pieza tiene un juego de palabras interesante. The breaks hace alusión a los frenos de los autos, pero también al breakdown musical. Esto se refiere al momento en que las percusiones de una canción entran en un solo.
Los artistas del hip hop descubrieron que al mezclar y cortar estos solos, romperlos (break) podían extender la parte más bailable de una canción.
Esto lo consiguieron a través de la doble tornamesa que les permitía pasar de un compás a otro sin perder el ritmo de las percusiones. La referencia a los autos aquí es también breve pero decisiva. En los primeros versos, Kurtis Blow rapea:
"Breaks on a bus brakes on a car/ Breaks to make you a superstar... You say last week you met the perfect guy/ And he promised you the stars in the sky/ He said his Cadillac was gold/ But he didn't say it was ten years old".
Una vez más tenemos el modelo aspiracional, que implica un mayor 'status' o rango social por tener un auto de Cadillac, uno de los grandes autos americanos de la época.
En esta pieza, Kurtis Blow hace una ironía al rapear sobre un tipo que le promete a una mujer el cielo y las estrellas, y le dice que tiene un Cadillac; lo que no le dice es que el auto es viejo, tiene más de diez años, y por lo tanto ni él ni el auto valen lo que dicen.
The Message, Grandmaster Flash and the Furious Five, 1982
La epítome del hip hop consciente. Es una de las piezas más importantes de la historia del hip hop, al tratarse por un lado de un sencillo que consiguió disco de platino.
Pero también porque dejó una huella imborrable en lo que podía conseguir el rap a nivel discursivo. La canción narra las dificultades de vivir en el ghetto; las batallas diarias que son de vida o muerte.
De forma particular, esta canción revela por completo de qué manera los autos eran un modelo aspiracional, no sólo en el hip hop sino en la cultura estadounidense de esos años. Al principio de la canción, Melle Mel rapea:
"Standing on the front stoop, hangin out the window/ Watching all the cars go by, roaring as the breezes blow"
Y más adelante dice:
"You'll admire all the number book takers/ Thugs, pimps and pushers and the big money makers/ Driving big cars, spending twenties and tens/ And you wanna grow up to be just like them/ Smugglers, scramblers, burglars, gamblers".
Melle Mel revela con frialdad y rapidez la situación: se admira a los estafadores, a los proxenetas, a los vendedores de droga y a los que hacen mucho dinero y manejan autos grandes y rápidos. Se les adopta como modelos a seguir, los jóvenes quieren crecer y ser como ellos: ladrones, apostadores, grandes gastadores de dinero.
Rock box, Run DMC, 1984
Uno de los primeros grandes grupos de hip hop, al lado de Public Enemy. Los Run DMC fueron responsables de grandes éxitos de la época, y en buna medida transformaron el sonido del hip hop de entonces.
Pasaron de bases de funk y música disco, a bases de rock con un sonido más poderoso y agresivo. Fueron también grandes exponentes de la moda, y responsables de un cambio de imagen radical en los raperos.
Su sencillo "Rock Box", es otra de las primeras referencias a los autos en la historia de este arte musical. En una de las rimas podemos escuchar:
"You're the kind of guy that girl ignored/ I'm drivin' a Caddy, you fixin' a Ford/ My name is Joseph Simmons, but my middle name's Ward/ And when I'm rockin' on the mic, you should all applaud".
Son unas rimas sumamente interesantes: por un lado, los autos grandes americanos son los que dominan el imaginario del hip hop. Por otro, establecen por primera vez una diferencia entre Ford y Cadillac. "Yo manejo un Caddy, tú arreglas un Ford", es una ironía doble que establece una comparación entre raperos.
El rapero de grandes ligas maneja un Cadillac, un auto de lujo. El rapero basura no maneja nada, es más, arregla un Ford. Un auto de producción masiva. Podemos apreciar en el video uno de estos Cadillac, como icono de grandiosidad, lujo y gran tamaño.
I cant' live without my radio, LL Cool J, 1985
Otro gran ejemplo de la dominación de Cadillac en los primeros días del hip hop lo encontramos en el primer álbum de LL Cool J, quien también fue el primer millonario del rap.
Aperece en "I can't live without my radio", el primer sencillo de su álbum Radio, el primer álbum del famosísimo y muy influyente sello discográfico Def Jam.
En la pista Cool J rapea sobre el poder de su equipo de sonido, especialmente adentro del auto. Otra forma de demostrar status y jerarquía en el juego. Los raps dicen:
"Def sounds in my ride, yes the front and back/ You would think it was a party, not a Cadillac/ 'Cause I drive up to the ave, with the windows closed/ And my bass is so loud, it could rip your clothes/ My stereo's thumpin' like a savage beast/ The level on my power meter will not decrease".
Rhyme Pays, Ice T, 1987
Como decíamos arriba, los autos no significan lo mismo para las diferentes costas en la cultura del hip hop. Por un lado, Nueva York en los 60 y 70 estaba dominado por los grandes autos: Ford, Cadillac, Chrysler.
Eran autos dirigidos al dinero de los viejos blancos, pero que no estaban fuera del alcance de los primeros raperos, y tenerlos les daba un aire de grandiosidad y jerarquía superior.
Pero no era igual para Los Ángeles. De este otro lado, la influencia de la cultura chicana y los muscle cars les daba otros modelos: los Chevrolet Impala o incluso los Mercedes Benz, eran sus grandes símbolos.
Así podemos escucharlo en 6 'N The Mornin', primer sencillo del álbum debut del mismo nombre de Ice-T, uno de los padrinos del Gansta rap. En esta pieza, Ice T rapea sobre todo lo que ha hecho con el dinero de sus atracos. Ice-T dice:
"I bought a Benz with the money the rest went to clothes/ Went to the strip strted pimpin' the hoes".
Boyz-n-the-Hood, Eazy E, 1988
Con una cadencia y unas rimas muy parecidas a las de Ice T, Eazy E, líder del grupo más peligroso del hip hop, N.W.A., deja para la posteridad una de las más grandes referencias a los autos dentro de este arte.
Sucedió en la icónica "Boyz-n-the-Hood", en la que Eazy E describe un día en el barrio. Las rimas empiezas así:
"Cruisin' down the street in my '64/ Jockin' the freaks, clockin' the dough/ (...) A car pulls up, who can it be?/ A fresh El Camino rollin', Kilo G/ He rolls down his window and he started to say/ "It's all about makin' that GTA".
A diferencia del hip hop de Nueva York, en la West Coast al rapero era a la vez un criminal. De modo que su letras no giran en torno a los poderosos equipos de sonido, ni a las joyas ni a las mujeres.
Sino en la capacidad de generar ingresos a través de la venta de drogas; los raps de esta parte de la costa eran también narraciones sobre la vida callejera; un reflejo inquietante del fenómeno de la segregación y la vida pandilleril que habían construido chicanos, latinos y afroamericanos en zonas como Compton.
Particularmente, la rima inicial de Eazy E hace referencia al Chevrolet Impala del año 1964, que se ha convertido en el muscle car por antonomasia. Más adelante esta referencia aparece en toda su gloria en la canción:
"So I went to a place where my homeboys chill/ The fellows out there makin' that dollar/ I pulled up in my '64 Impala/ They greet me with a forty and I started drinkin'".
De esta manera comenzó a escribirse la relación entre los autos y el hip hop: de entrada fueron los modelos de Ford y Cadillac, como símbolos de lujo y aspiración los que reinaban en el imaginario del hip hop.
Posteriormente, fueron modelos de Chevrolet y Mercedes Benz; los muscle cars, los que se instalaron como símbolos de aspiración y status, pero también como distintivos de la vida criminal y pandilleril.
Esta relación primigenia detonaría con mucha más fuerza en la siguiente década, en lo que se conoce ahora como la Golden Era del hip hop. Artistas como Mobb Deep, Nas y Biggie se encargarían de escribirla. Pero eso será motivo de la siguiente entrega de esta serie.