Llenar el tanque de gasolina justo después de que llegan a abastecer una estación de servicio es una práctica que genera dudas entre los automovilistas, principalmente por la percepción de que el combustible podría estar “revuelto” o con impurezas. Aunque no se trata de un riesgo grave para el motor, existen razones técnicas por las que algunos especialistas recomiendan esperar unos minutos antes de cargar combustible tras una descarga de la pipa.
Cuando el camión cisterna abastece los tanques subterráneos de la gasolinera, el proceso suele generar movimientos internos que pueden levantar sedimentos acumulados en el fondo. Estos están compuestos por partículas, residuos o pequeñas impurezas que con el tiempo se han depositado naturalmente. Aunque los tanques deben recibir mantenimiento periódico y cuentan con sistemas de filtración, el movimiento del combustible durante la descarga puede hacer que estas partículas queden suspendidas temporalmente.

Si un automovilista carga gasolina en ese preciso momento, existe la posibilidad, aunque no siempre ocurre, de que una mínima parte de esas impurezas llegue al surtidor. Los sistemas modernos de filtrado están diseñados para evitar que los sedimentos lleguen al vehículo, pero si los filtros de la estación no reciben mantenimiento adecuado o presentan desgaste, pueden permitir el paso de partículas que podrían afectar ligeramente el desempeño del motor, especialmente en autos más antiguos o sensibles a la calidad del combustible.
¿Cuánto se debe esperar para cargar gasolina?
Otro punto a considerar es que, durante la descarga, algunas gasolineras reducen momentáneamente la presión o flujo ideal en las bombas, lo que podría ocasionar que la dispensación sea menos estable. Aunque esto no impacta en la cantidad total de litros recibidos, sí puede alterar la velocidad y continuidad del suministro, algo que algunos conductores prefieren evitar.
Los expertos recomiendan esperar entre 15 y 30 minutos después de la llegada de la pipa para permitir que los sedimentos vuelvan a asentarse y que el sistema vuelva a su operación normal. Esta práctica puede contribuir a garantizar un combustible más limpio y a reducir la posibilidad de que material no deseado entre al tanque del auto.