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Errores frecuentes por los que el SAT rechaza deducciones de gasolina y servicios automotrices

Para evitar el rechazo de deducciones por parte del SAT, es fundamental revisar cada factura, utilizar métodos de pago autorizados y mantener orden documental.

Errores frecuentes por los que el SAT rechaza deducciones de gasolina y servicios automotrices
Errores frecuentes por los que el SAT rechaza deducciones de gasolina y servicios automotrices Evita problemas con el SAT. Foto: Especial.

La deducción de gastos relacionados con vehículos, como gasolina, servicios mecánicos y refacciones, puede representar un beneficio fiscal significativo para personas físicas con actividad empresarial y para empresas en México. Sin embargo, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) suele rechazarlos cuando no cumplen con los requisitos requeridos. La falta de documentación adecuada y errores comunes durante la emisión o registro de comprobantes pueden derivar en sanciones, auditorías o la pérdida del derecho a deducirlos.

Uno de los errores más frecuentes es no contar con una factura electrónica (CFDI) válida. Para que un gasto automotriz sea deducible, es indispensable solicitar y conservar la factura correspondiente, emitida con el régimen fiscal correcto y que incluya el uso del CFDI adecuado, generalmente G03 (Gastos en General) o Adquisición de combustibles cuando aplica. Si contiene errores en el RFC, razón social o clave de producto y servicio, el SAT puede rechazarla por considerarla inválida.

Otro motivo habitual de rechazo es el pago en efectivo. Según las disposiciones fiscales vigentes, los combustibles solo pueden ser deducibles cuando se pagan con métodos electrónicos como tarjeta de crédito, débito, transferencia o monedero electrónico autorizado. Los pagos en efectivo quedan automáticamente fuera de la deducción fiscal, incluso si se expide factura correctamente.

También se presentan problemas cuando los gastos no están relacionados con la actividad económica declarada. El SAT exige demostrar que los consumos y servicios del vehículo se utilizan para fines productivos o laborales. Si el auto está registrado como uso personal o no aparece dentro de los activos de la empresa o actividad económica, esos gastos pueden ser considerados improcedentes.

Guarda estos documentos debidamente

La falta de control y registro documental es otro factor que provoca rechazos. No contar con bitácoras de uso del vehículo, evidencias de kilometraje, registro de rutas o comprobantes complementarios hace que el SAT considere el gasto como injustificado. En auditorías fiscales, esta documentación es clave.

Respecto a servicios automotrices y refacciones, un error común es no verificar que la factura detalle correctamente el tipo de servicio realizado o las piezas adquiridas. Facturas genéricas o ambiguas pueden interpretarse como gastos personales.

Finalmente, acumular facturas sin declararlas en el periodo correspondiente también genera problemas. Los gastos deben registrarse dentro del ejercicio fiscal en que fueron realizados.

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