Si recibes una notificación del Servicio de Administración Tributaria (SAT) requiriendo que compruebes la propiedad de tu vehículo, es imprescindible actuar con rapidez y reunir los documentos apropiados para evitar sanciones, auditorías o incluso la inmovilización del auto. Por ello, a continuación te presentamos una guía paso a paso para responder correctamente a este requerimiento.
La notificación te indicará qué documentos específicos necesitas presentar, los plazos que tienes para responder y la forma en que debes enviarlos (portal electrónico, buzón tributario o presencial). Es clave no ignorar este requerimiento, ya que la falta de respuesta puede derivar en multas o sanciones.
Los documentos esenciales que deberás reunir son:
- La factura original del vehículo, o en su caso la refactura o Carta Factura, cuando aplique. Esta debe contener el número de serie (VIN), modelo, año, marca, así como los datos del emisor y receptor.
- El contrato de compraventa si el auto fue adquirido usado, firmado por comprador y vendedor, con datos y precio.
- Carta responsiva o endoso de derechos si la factura fue cedida a otro dueño, comprobando la cadena de propietarios anteriores.
- Tarjeta de circulación, comprobante de pago de tenencia, verificación y plenos derechos del coche según lo exigido por la entidad federativa correspondiente.

Una vez tengas todo, asegúrate de que el número de serie del vehículo, la factura, y los documentos coincidan plenamente. También puedes utilizar el servicio del SAT para revisar la validez del CFDI de la factura (si aplica) e identificar si el emisor está activo. Si hay discrepancias debes recopilar evidencia adicional que explique la situación.
¿Cómo evitar vivir la misma situación en el futuro ante el SAT?
Finalmente, envía los documentos conforme a la forma indicada en la notificación. Guarda copias y acuses de recibo. En algunos casos, puede convenir solicitar una cita o asesoría con un agente del SAT para aclarar dudas. Una respuesta puntual ayuda a minimizar el riesgo de sanciones.
Para evitar este tipo de requerimientos, asegúrate de que cada auto que adquieras tenga factura original, la cedas correctamente, hagas el cambio de propietario en la entidad correspondiente y conserves todos los comprobantes de pago. Estas prácticas facilitan cualquier revisión fiscal.