El modo ECO, presente en la mayoría de los autos modernos, se ha convertido en una de las funciones más utilizadas por conductores que buscan ahorrar gasolina. Sin embargo, existen dudas sobre cuánto combustible ahorra realmente y en qué condiciones su efectividad disminuye. Aunque este ajuste puede ser útil, no es una solución mágica y su impacto depende directamente del estilo de manejo, las condiciones del camino y el tipo de vehículo.
Lo que hace el modo ECO es modificar la respuesta del acelerador, reducir la potencia del motor en ciertas situaciones y ajustar la programación de la transmisión para que cambie de marcha a menores revoluciones. Como resultado, el auto consume menos combustible porque se limita la intensidad con la que el motor trabaja.
Diversas pruebas de fabricantes y organismos automotrices coinciden en que el ahorro suele oscilar entre un 5 y un 12%, aunque en condiciones ideales puede alcanzar cifras ligeramente mayores. Estos beneficios son más notorios en manejo urbano o en trayectos con tráfico moderado donde el auto realiza constantes aceleraciones suaves.
Sin embargo, el modo ECO no siempre ofrece ventajas. Una de las principales limitaciones aparece en pendientes pronunciadas o carreteras montañosas, donde se necesita mayor potencia para mantener la velocidad. En estas circunstancias, el vehículo podría sentirse amarrado, obligando al conductor a pisar más el acelerador y, en consecuencia, consumir más combustible de lo esperado. Lo mismo ocurre al transportar carga pesada o viajar con varios pasajeros, pues el auto requiere mayor fuerza para moverse, lo que contrarresta el efecto de ahorro.
Circunstancias en las que no se aprovecha el modo ECO
Otra situación en la que el modo ECO puede no funcionar eficientemente es durante los viajes en carretera a alta velocidad. Este modo está diseñado para conducción suave, no para trayectos donde se mantiene una velocidad constante y elevada, donde el beneficio del ahorro es mínimo.
Además, en maniobras que requieren respuesta rápida, como rebases o incorporaciones, el retraso del acelerador puede comprometer la seguridad, por lo que muchos conductores optan por desactivarlo.
En condiciones de tráfico intenso, el modo ECO puede ahorrar gasolina, pero pierde efectividad si el conductor frena y acelera constantemente. Para que funcione, es indispensable mantener un manejo progresivo, anticipar movimientos y evitar aceleraciones bruscas.
