Sí un automóvil recibe el nombre de La Bestia, debe de ser porque es sumamente monstruoso, de eso no hay ninguna duda. Y este vehículo vaya que tiene mucha historia, porque fue creado por un par de británicos (Paul Jameson y John Dodd) en la década de los sesenta, a quienes se les ocurrió montar el motor de un avión en un auto.
Por lo mismo, al transcurrir los años se convirtió en un automóvil único y llamativo, ya no sólo por su nombre, sino porque a simple vista era sorprendente; también porque se dio a conocer que su motor era el de un avión, precisamente el de un Rolls-Royce Merlin V12 de la Segunda Guerra Mundial. Esto, quizá para muchos podía ser una exageración o incluso algo falso.
El motor de La Bestia es de 27 litros de cilindrada, lo que quiere decir que por 100 kilómetros recorridos consume aproximadamente 100 litros de gasolina. Tomando en cuenta que cuenta con la pieza de un avión, cabe resaltar que este automóvil suele hacer muchísimo ruido.
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Pero imagínense como debe de ser manejar La Bestia, un automóvil que, de hecho, entró al libro de Récords Guinness por su potencia que casi alcanzaba los 1000 CV (295 kilómetros por hora de velocidad máxima). Seguramente debe de ser algo único estar al volante, con todos los acabados y lo hermoso que es por dentro.
La Bestia se pone a la venta
De forma oficial este excéntrico automóvil se dio a conocer en los primeros años de los setenta. En aquel tiempo era tan popular que aparecía mucho en televisión y la mayor parte de quienes vivían en Europa sabían sobre él.
En el presente, La Bestia funciona sin ningún problema, tomando en cuenta que en su época de gloria su motor de avión se encendió, por lo que sus creadores tuvieron que reconstruirlo y hacerlo sobresalir aún más con su color mostaza.
La Bestia se encuentra en subasta desde el 9 de marzo, con el trabajo que está haciendo la casa Car & Classic. Para tratar de hacerse del vehículo sólo es posible de forma online, y después de siete días, justo el 16 de marzo, se dará a conocer al nuevo dueño.