James Hunt es otro de los grandes nombres en los anales de la Fórmula 1. El piloto británico, famoso por su carácter desenfrenado y su similar forma de conducir, murió un día como hoy pero de 1993, hace 29 años.
Hijo de un acaudalado corredor de bolsa, Hunt fue uno de esos talentos extraños del deporte. Quería ser médico, e incluso estudió para ello.
Pero a la edad de 18 años asistió con unos amigos a una carrera que lo volvió loco y le metió la idea en la cabeza de convertirse en piloto de carreras.
Te podría interesar
Antes que eso, James Hunt no tenía en realidad mucha experiencia al volante; aunque había aprendido a manejar desde muy pequeño a bordo de un tractor.
Inició su carrera como piloto en carreras amateurs, a bordo de su propio auto, un Mini, que causaba mucho resquemor entre los comisarios del deporte.
Seguido le impedían correr en ese pequeño auto debido a los inconvenientes de su diseño, y por el riesgo que significaba para él y para los demás pilotos.
Pero esto no detuvo a James Hunt quien ingresó a la Fórmula Ford hacia 1968. Para entonces ya manejaba un Russell-Alexis Mark 14, que compró en un esquema de contratación y compra.
James Hunt llega a la Fórmula 3
Un año después ingresaría a la Fórmula 3, con un presupuesto reducido y a bordo de un Merlyn Mark 11A, con el que tuvo importantes victorias y podios.
En esta categoría James Hunt pudo destacar rápidamente y se hizo de una fama de parrandero y desenfrenado, debido a un fuerte accidente que protagonizó en el Crystal Palace Circuit en 1970, con otro piloto de nombre Dave Morgan.
Después del choque James Hunt salió del monoplaza y retó a puños a Morgan, lo que le costó un juicio a Hunt por parte de los comisarios.
Sin embargo, después de una revisión por parte del Royal Automobile Club, James Hunt fue absuelto y Morgan recibió una suspensión de doce meses.
El ingreso de James Hunt a la Fórmula 1
La carrera del piloto inglés siguió así otro par de años, hasta que ingresó a la Fórmula 1 en 1973.
Ingresó con el equipo Hesketh Racing y a bordo de un March 731, con el que se llevó el segundo lugar del Gran Premio de Estados Unidos ese año.
El monoplaza de Hesketh capturó la atención del público porque era el único de la parrilla que no tenía estampas de patrocinadores ni logo alguno; excepto unos stickers humorísticos que reflejaban la actitud del equipo y del propio James Hunt.
En esos años tuvo importantes victorias en Sudáfrica y Argentina que lo posicionaron como una verdadera promesa de la Fórmula 1.
Su encuentro con Niki Lauda
Pero el pico de su carrera no llegaría hasta 1976, temporada en la cual se enfrentó a su famoso némesis, el austríaco Niki Lauda.
James Hunt para entonces había firmado con McLaren, y permanecería en ese equipo hasta 1978.
La rivalidad de estos dos pilotos incluso inspiró la película del 2013, Rush: Pasión y Gloria, que está en Netflix.
Aunque fuera de la pista los dos pilotos eran amigos (incluso Lauda se quedaba a dormir en el departamento de Hunt de cuándo en cuándo), en la pista eran serios contendientes.
Al respecto, Niki Lauda llegó a decir:
“Éramos grandes rivales, sobre todo al final de la temporada de 1976; pero lo respetaba como a nadie porque podrías correr a 300 kilómetros al lado de él, con las llantas a sólo centímetros de tocarse, y nunca pasaba nada. En aquel tiempo era realmente un gran piloto”.
Fue en aquella temporada cuando Niki Lauda se accidentó de forma muy grave durante el Gran Premio de Alemania, lo que sirvió para que James Hunt recuperara los puntos perdidos en las carreras anteriores.
Fue campeón del mundo, con sólo un punto de ventaja, después de la carrera en Japón en aquel año. Fue tal su desempeño y su fama que solo esa temporada le bastó para ingresar al Olimpo de los pilotos de la F1.
Su legado, a 29 años de su fallecimiento
Después de aquella temporada, Hunt tuvo algunos intentos de volver a la máxima liga, sin mucho éxito.
Se convirtió en comentarista deportivo y en empresario, pero murió sorpresivamente mientras dormía, a la edad de 45 años.
Había vivido como había corrido. Se cuenta que parrandeaba por días enteros y que gustaba de la cocaína y de las azafatas de British Airways.
Era un auténtico Play Boy que maridaba la galantería y la pasión por las carreras por igual.
Pero no sólo era eso, también fue un buen amigo para Niki Lauda, y ayudó a Gilles Villeneuve a ingresar a la Fórmula 1.
Tanto en vida como después de su muerte, James Hunt ha inspirado a cientos de jóvenes a ingresar al deporte, y al día de hoy es respetado y querido por propios y extraños.