Durante el Gran Premio de Inglaterra vimos uno de los más espeluznantes accidentes de la Fórmula 1 durante la presente temporada.
Sucedió durante la primera vuelta de la carrera, y dejó al piloto Chino, de Alfa Romeo, Zhou Guanyu fuera de la carrera, junto con otros pilotos que estuvieron involucrados como George Russell y Alex Albon.
Sin embargo, uno de los protagonistas del tremendo choque fue el Halo, un dispositivo de seguridad que se encuentra en los monoplazas, y que le salvó la vida al piloto chino.
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Fue el mismo Zhou Guanyu quien, a través de las redes sociales, afirmó que había sido el Halo que salvó su vida, pero ¿qué es el Halo y cómo funciona?
El Halo es un dispositivo de seguridad que se coloca encima de la cabina del monoplaza, justo a la altura de la cabeza de los pilotos.
Este dispositivo cubre el frente y la cabeza de los pilotos de golpes contundentes, o de otras eventualidades en donde la cabeza del piloto se encuentre en peligro, como una volcadura.
Su composición es de titanio y tiene ya varios años como un mandato de seguridad en la máxima liga de la velocidad, la Fórmula 1.
Historia del Halo como aditivo de seguridad
Ha habido grandes y horrorosos accidentes a lo largo de la historia de la Fórmula 1; mismos que han cobrado la vida de gente como Ayrton Senna, Gilles Villeneuve, o Bruce McLaren.
Pero fue sin duda el accidente de Senna lo que cambió la noción de seguridad en los monoplazas de la F1.
De forma más reciente, en 2014, Jules Bianchi perdió la vida durante un accidente en el Gran Premio de Japón.
Este accidente hizo muy evidente la necesidad de proteger la cabeza y la cara de los pilotos de forma inmediata. De modo que entre 2015 y 2017 la FIA ponderó diversas soluciones al respecto.
Una de ellas fue el Halo, un trinchete de tres barras, una vertical y dos horizontales, que protege al piloto por tanda doble: ante objetos contundentes que salgan disparados hacia su rostro, y ante volcaduras o choques laterales que impacten de ese modo a quien maneja.
El Halo también tiene la facilidad de que no obstruye la visibilidad de los competidores.
Fue así que en 2018 la FIA hizo obligatorio el Halo como parte de seguridad en los monoplazas.
El Halo está fabricado con titanio grado cinco, un metal superduro que resiste hasta doce toneladas de fuerza en los laterales.
Esto provoca que si un neumático, o un objeto que sale disparado hacia el conductor, impacte contra el halo, evitando el golpe al piloto. También, que una volcadura, o una superposición de los vehículos, cuando uno queda encima de otro, a alta velocidad, no cueste la vida a los ocupantes.
La polémica del Halo en la Fórmula 1
Debido a que el Halo se encuentra en una de las zonas más altas de los monoplazas, afecta a su aerodinámica, ya que eleva su centro de gravedad.
También añade unos 15 kilos de peso totales al coche. Estos elementos hicieron que el Halo fuera muy debatido en 2018, cuando se volvió obligatorio en la F1.
Equipos y aficionados consideraban que el Halo sería un detrimento al desempeño de los pilotos.
Y es que el Halo, como componente obligatorio, es comprado por la FIA a un distribuidor externo. Ninguno de los equipos puede diseñar el suyo.
Lo que sí pueden hacer es añadir aditivos para contrarrestar sus efectos negativos de aerodinámica.
Cómo el Halo salvó la vida a Zhou Guanyu
Aunque no fue posible ver con detalle el aparatoso accidente. El monoplaza de Zhou Guanyu se accidentó al momento del arranque. Se volteó y salió disparado contra la barrera.
Los vuelcos que dio en el aire dejaron al monoplaza atorado entre una pared y la barrera de contención.
Sin embargo, el Halo de su monoplaza de Alfa Romeo, evitó que tanto la volcadura, como los impactos contra George Russel, Yuki Tsunoda y Esteban Ocón, lo hirieran en la zona del cráneo.
El piloto reconoció en sus redes sociales, al aclarar que se encontraba en buena salud, que el Halo había jugado un papel fundamental en el accidente, salvándole la vida.