El Gran Premio de Singapur, celebrado por primera vez en 2008 en el circuito urbano de Marina Bay, es uno de los eventos más espectaculares y exigentes de la Fórmula 1. Su trazado nocturno, rodeado de muros estrechos, curvas cerradas y una humedad extrema, lo convierte en una de las carreras más desafiantes del calendario. Estas condiciones han sido escenario de múltiples accidentes que han marcado la historia reciente de la categoría.
Uno de los incidentes más recordados ocurrió en 2008, durante la primera edición de la carrera. El piloto brasileño Nelson Piquet Jr. protagonizó un choque deliberado contra el muro, lo que provocó la salida del safety car. Este hecho favoreció a su compañero de equipo en Renault, Fernando Alonso, quien ganó la carrera. Años después, el escándalo conocido como “Crashgate” reveló que el accidente había sido planificado, generando uno de los mayores escándalos en la historia de la F1 y dejando una huella imborrable en la reputación del GP.
Otro accidente destacado ocurrió en 2010, cuando el piloto alemán Nick Heidfeld se estrelló contra el muro tras un contacto en carrera, lo que obligó a desplegar nuevamente el coche de seguridad. Aunque no fue un choque tan mediático como el de 2008, reflejó lo difícil que resulta mantener el control en este circuito urbano.
Los accidentes en Singapur siguen ocurriendo pese al paso de los años
En 2017, el GP fue testigo de una de las salidas más caóticas. Bajo condiciones de lluvia, los pilotos de Ferrari, Sebastian Vettel y Kimi Räikkönen, junto con el Red Bull de Max Verstappen, colisionaron en la primera curva. El choque múltiple eliminó a los tres contendientes y abrió la puerta para que Lewis Hamilton, que largaba quinto, se llevara una victoria crucial en su camino al título mundial.
Más tarde, en 2019, el joven británico George Russell también sufrió un fuerte impacto contra las barreras al perder el control en una de las secciones más estrechas, lo que lo obligó a abandonar. Ese mismo año, la carrera registró varios contactos menores, confirmando que el trazado de Marina Bay no perdona errores.
El GP de Singapur no solo es reconocido por su espectacularidad nocturna, sino también por los accidentes que han definido momentos clave en la F1 moderna. Entre muros estrechos, curvas cerradas y una pista exigente, Marina Bay ha demostrado que incluso los mejores pilotos están expuestos a errores que pueden cambiar el rumbo de un campeonato.
