Antes de que la Fórmula 1 regresara de manera espectacular a Las Vegas en 2023, la ciudad ya había tenido un lugar en la historia del automovilismo. Se trata del Caesars Palace Grand Prix, una carrera realizada en 1981 y 1982 que, con el paso del tiempo, se convirtió en uno de los Grandes Premios más peculiares y controvertidos en el calendario. Su legado es tan singular que muchos aficionados lo consideran el “antecedente olvidado” del actual GP de Las Vegas.
El Caesars Palace Grand Prix surgió como una opción de emergencia para mantener un Gran Premio en Estados Unidos, después de dificultades con otros circuitos del país. Sin una pista permanente disponible, los organizadores decidieron construir un trazado temporal en el estacionamiento del hotel Caesars Palace, uno de los más famosos en la Strip. El resultado fue un circuito estrecho, técnico y extremadamente desafiante, no tanto por su diseño, sino por las condiciones climáticas y el tipo de superficie.

El calor del desierto de Nevada y el pavimento plano del estacionamiento hicieron que la carrera fuera físicamente extenuante para los pilotos. Durante la edición de 1981, varios competidores reportaron fatiga extrema y molestias musculares debido a la falta de variaciones en el circuito y a las curvas constantes en sentido antihorario. A pesar de ello, la carrera fue decisiva, Nelson Piquet se coronó campeón mundial, superando a Carlos Reutemann en uno de los cierres de temporada más tensos de la época.
El adiós del Caesars Palace Grand Prix
En 1982, el evento volvió a celebrarse, pero enfrentó problemas aún mayores: baja asistencia, costos elevados y escasa rentabilidad para el hotel. Aunque la carrera tuvo momentos memorables, como la victoria de Michele Alboreto, su primera en F1, la organización comprendió que el modelo no era sostenible. Después de solo dos ediciones, el Caesars Palace Grand Prix desapareció del calendario.
Para muchos, este fallido experimento dejó claro que Las Vegas tenía potencial para albergar un evento de F1, pero necesitaba una propuesta más ambiciosa. Cuatro décadas después, el “Gran circo” regresó a la ciudad con un nuevo concepto, un circuito urbano en plena Strip, producción multimillonaria y una visión completamente renovada.