El Gran Premio de Catar se ha convertido en una pieza clave dentro de la estrategia global de la Fórmula 1 para consolidar su presencia en Medio Oriente, una región que en los últimos años ha apostado de manera decisiva por posicionarse como un polo deportivo internacional. Desde su incorporación al calendario en 2021 y su regreso como sede fija en 2023, Catar ha reforzado la visión del “Gran Circo” de diversificar su mercado, atraer nuevos públicos y potenciar el impacto económico y mediático de sus eventos.
La presencia de Catar en la F1 no solo responde a una expansión territorial, sino también a la ambición de construir una plataforma deportiva de alto nivel similar a la que ya representan Bahréin, Abu Dabi y más recientemente Arabia Saudita. Los organismos deportivos del país han hecho fuertes inversiones en infraestructura y tecnología, destacando el Circuito Internacional de Lusail, que ha sido renovado para cumplir con estándares competitivos y ofrecer una experiencia premium tanto para pilotos como para aficionados. Su diseño busca favorecer carreras rápidas y de alta exigencia técnica, lo que lo ha convertido en una sede atractiva para equipos y patrocinadores.
Además de fortalecer su imagen internacional, el GP de Catar ha impulsado la competencia entre países de la región, generando un calendario regional sólido que permite a la F1 establecer múltiples fechas consecutivas en un mismo territorio, reduciendo costos logísticos y elevando la visibilidad del campeonato durante ese periodo. Para los organizadores, esta concentración representa una oportunidad para atraer turismo deportivo, generar empleo y desarrollar infraestructura hotelera y de transporte.
Catar demuestra que no solo está ahí por el dinero
En el plano estratégico, Medio Oriente ha demostrado ser un mercado clave para el crecimiento económico de la F1. El interés comercial y la participación de patrocinadores vinculados al sector energético, tecnológico y financiero han transformado la región en un aliado fundamental para la sostenibilidad económica del deporte. Catar, con su capacidad organizativa demostrada tras eventos como la Copa Mundial de la FIFA 2022, busca replicar ese prestigio a través del automovilismo.
